Diez policías que se encontraban detenidos por la muerte del joven Diego Pachao recuperaron ayer su libertad, aunque quedaron vinculados a la causa imputados por los delitos de «vejaciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público».
Los efectivos, entre los que se encuentran dos jefes y dos subjefes, se abstuvieron de declarar ante los fiscales Marcelo Sago y Miguel Andrés Mauvecín, de la Unidad Fiscal para delitos Especiales, por indicación de su abogado Luciano Rojas.
Previamente, los fiscales habían desvinculado de la causa a otros cuatro detenidos pertenecientes a la fuerza policial, tres mujeres y un hombre, que si bien pertenecen a la comisaría 7ma., no se encontraban prestando servicio el día sábado en que ocurrió la detención de Diego Pachao.
La indagatoria se llevó a cabo en la base de la Guardia de Infantería y pudo observarse en el lugar la presencia del Jefe de Policía, Comisario Juan José Palomeque, quien había asegurado el viernes que la fuerza «acompañaría» a los policías implicados en la detención y posterior internación y muerte de Pachao.
La Justicia ya pudo obtener testimonios de compañeros de celda de la víctima, de 20 años, que declararon haber presenciado cómo el personal policial golpeaba y luego no prestaba auxilio al joven que entraría en coma pocos minutos después.
Los efectivos aseguraron desde un primer momento que Pachao participó de una pelea momentos antes de su detención, y que esa es la causa de su muerte y no el supuesto maltrato recibido en la comisaría.
Por esto, el testimonio del médico de Policía, Edgar Gallo Canciani, que se encuentra imputado por «incumplimiento de los deberes de funcionario público» es clave para deslindar responsabilidades de la fuerza pública.
Sin embargo, Gallo Canciani declaró que revisó a Pachao en la dependencia policial y que su estado era bueno y que no había signos que indicaran el posterior desenlace.
También este testimonio es importante para los hermanos Leiva, que se encuentran detenidos e imputados por «homicidio preterintencional», por haber participado de la supuesta pelea -previa a la detención del joven fallecido- que posteriormente le ocasionara la muerte.