“Hemos decidido situar temporalmente la asociación ilícita en un lapso que va de septiembre de 2018 al 29 de abril. No sin desconocer que la organización que dirige Esteban Alvarado tiene más de 15 años y que siempre funcionó de la misma manera: siempre cometieron delitos y existió un gran número de policías que brindaron cobertura”, dijo el fiscal de la Unidad de Gravedad Institucional Matías Edery al plantear el pedido de prisión preventiva por el plazo de ley para el propio Alvarado, los policías Pablo “el Gordo” Báncora, Martín y Marcelo Rey, Jorgelina “Pepo” Chaves y el civil Marcelo Nicolás «Fino» Ocampo. La jueza María Melania Carrara resolvió este lunes aceptar ese pedido y las imputaciones por delitos que van desde integrar una asociación ilícita, incumplimiento de deberes de funcionario público, encubrimiento agravado y amenazas.
A esas personas se les sumaron, el lunes por la tarde, Carlos A., Adrián F., Jorge B., Leandro S. y Facundo “Lapo” A., el casero del paraje Los Muchachos, donde se cree fue cometido el homicidio del prestamista Lucio Maldonado, crimen por el que está detenido Alvarado como instigador. La mayoría de estas personas fue aprehendida por personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en Riobamba al 5400, White al 7300 y Gallegos al 1100. La Fiscalía planea imputarlos este miércoles por asociación ilícita, dijeron fuentes judiciales.
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El lunes, el equipo de Gravedad Institucional brindó precisiones sobre la operatoria que se le atribuye a la organización comandada por Alvarado. El fiscal Edery diferenció el rol de los policías condenados en la megacausa Monos del de los ahora imputados.
“Era diferente. Avisaban de allanamientos o daban datos de una cuestión en particular”, describió el funcionanrio sobre los uniformados condenados junto al clan Cantero.
En cambio –dijo el investigador– Alvarado utilizó policías vinculados con el Ministerio Público de la Acusación (MPA)“ y lo que hacían estos uniformados era filtrar y desviar la investigación judicial y de esa manera la impunidad estaba prácticamente asegurada”.
“Era solamente una cuestión de convencer a un fiscal que desviara la investigación a otro lado y sembrar dudas para que definitivamente nunca se pudiera llegar a determinar. Es por eso que esteban Alvarado no tiene condenas. Pero son innumerables los hechos, las personas que se acercan y las situaciones que surgen a partir de su detención y el desbaratamiento parcial de su banda”, dijo el fiscal.