En un nuevo capítulo de la megacausa Monos, durante la mañana ayer la Justicia provincial otorgó la sustitución de prisión a Francisco Lapiana, quien recuperará la libertad apenas efectivice el pago de la fianza. El representante de jugadores de fútbol, que está acusado de ser parte de la asociación ilícita que era comandada por la familia Cantero, continuará vinculado a la causa, pero podrá deambular por la calle con libertad.
Francisco Lapiana se autotitula como un caza talentos, que recorre los rincones del país buscando chicos que pateen bien la pelota y los ayuda a entrar en los clubes grandes del país.
En 2010 Lapiana fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, acusado de hacer circular dinero falso. De todas maneras esa no fue su aparición más célebre.
Durante 2013, en el marco de la Megacausa Monos, se conocieron una serie de escuchas en las cuales el Pelado (como se lo conoce en la calle a Lapiana), tenía una supuesta charla con miembros de Los Monos, hablando sobre el desempeño de uno de sus pupilos, Ángel Correa, quien en ese momento jugaba en San Lorenzo de Almagro. A partir de estos datos, los pesquisas entendieron que el cazatalentos realizaba maniobras con dinero sucio perteneciente a la banda de la familia Cantero; lo que devino en la inhibición del pase de Correa, quien no pudo ser transferido por el club de Boedo sin autorización de los investigadores.
El 8 de octubre de 2013 Lapiana se presentó ante el juez Juan Carlos Vienna, para dar su versión sobre los derechos económicos de Correa y sus operaciones con jóvenes talentos del fútbol. Días más tarde sería detenido, acusado de ser partícipe de la asociación ilícita.
Desde fines de 2013, Francisco Lapiana estuvo detenido, con prisión domiciliaria. Pero, según fuentes judiciales, luego de un pedido realizado por su abogado defensor Fausto Irure, recibió la sustitución de prisión y recuperará la libertad apenas efectivice el pago de la fianza; luego del aval otorgado por el fiscal Gonzalo Fernández Bussy y el juez julio César García. El hombre continuará vinculado a la causa, pero esperará el dictamen judicial en la calle.