El ex periodista Lisandro Cavatorta ingresó al Concejo de Rosario en el 2021 y dos años después decidió ir por la senaduría departamental. No lo piensa como una exigencia de la política hacia los referentes que más miden en las encuestas sino como una elección personal. Cree que «la única manera de pensar los problemas que tiene Rosario es en forma metropolitana» y por eso aspira a ser senador. A la hora de repensar su espacio político, propone «volver al peronismo que le mejoraba la vida a la gente, yendo a su encuentro». Tras el resultado de las Paso, se tiene fe para la elección general: «A mí me parece que en el otro frente hay muchas cosas que son irreconciliables, por lo que no hay una suma matemática de los votos».
—Sos alguien que se enorgullece de sentir el pulso de la calle por tu tarea de muchos años como periodista. ¿Te sorprendió el triunfo de Milei?
—Si vos caminás y hablás con la gente, en todos los barrios, no te puede sorprender lo que sucedió. A mí no me sorprendió para nada. Hace un año, en un encuentro de compañeros y compañeras, tuvimos una discusión en un plenario gigante, con mucha gente, donde yo les dije: “Lo de Milei va a en serio, es lo único que les puedo decir. Eso no se cae». Me decían que “se caía, que la política lo terminaba ordenando”. Lo que sí me parece es que no es un voto a Milei, sino que es un voto anti para el resto.
—Un voto castigo.
—Claro, poner el foco en Milei es un error, es un voto de castigo al resto. Como no me sorprendió, y lo venía venir, tampoco le tengo tanto temor. Me parece que, si le toca ganar, el día después al que asuma la gente le va a exigir lo mismo que a Macri, que a Alberto, que a Boric. La gente dice “bueno, ahora solucioname el problema, hacenos vivir mejor”. Cuando vos escarbás un poco en las ideas de Milei, ahí se empieza a resquebrajar.
—¿Son ideas de laboratorio?
—Son ideas muy de Tik-Tok. Que a alguien no tan politizado puede gustarle. En 15 segundos. Pero es eso, una buena frase para que en 15 segundos de un medio, de un recorte de una red social, tenga un impacto rápido. Yo tuve oportunidad de entrevistarlo a Milei. Y cuando vos escarbás un poco empieza a decir “bueno, pero no tanto, no es tan así”, y empieza con muchos “pero bueno, pero bueno”. El tema de Milei es que de ahora a las generales hay que escarbar en cada uno de los temas. No hay que enojarse con Milei, no hay que enojarse con el electorado que votó a Milei y algo nos quiso decir a todos. Me parece que lo que hay que hacer es profundizar en cada uno de los temas y profundizar en eso.
—Vos empezaste hace dos años en política. Todos los que vienen desde afuera vienen con mucha fuerza pero se encuentran con una estructura difícil de cambiar y las dificultades para comunicar. ¿Cómo lo analizás?
—Yo creo que en nuestro espacio, en el que estoy y creo, hay una idea que me está dando muchas vueltas en la cabeza últimamente y es que quizás el futuro esté en el pasado. ¿Dónde está escrito que el futuro siempre es el adelante, el desarrollar? Me parece que el debate para adentro es que volvamos a lo que siempre fuimos, a lo que siempre creímos, a las ideas que tuvimos. Me parece que el peronismo es dinámico. Perón no decía que la doctrina es estática. Yo creo que se puede dar para adentro de las estructuras ese debate y decir “nosotros también necesitamos interpretar la época en que nos toca ejercer cargos de responsabilidad política». Un líder político no es alguien que hace lo que siente. También es alguien que tiene la capacidad de leer la época en que le tocó adaptarse a ella y tomar las mejores decisiones en función de lo que cree, sin bajar las banderas de lo que uno cree. Doy un ejemplo claro. ¿Por qué todos los debates los tienen que dar JxC o Milei? Yo creo que hay que modernizar las relaciones laborales, pero a favor de los trabajadores, que favorezca a los trabajadores. Ahora, ¿por qué no podemos discutir desde el peronismo las relaciones laborales del Siglo XXI?
—Me podés dar un ejemplo de eso de que quizás el futuro esté en el pasado.
—Hay que ganar la calle, volver al peronismo que le mejoraba la vida a la gente yendo a su encuentro, escuchándola, interpretando sus necesidades desde el hoy para transformar la realidad. A eso me refiero. Hay que volver a lo que perdimos. Y tiene que ver con que la militancia se da en distintos lugares, no se da sólo en las básicas, sino en distintas instituciones. Hay que entender que hay microsociedades, de que los jóvenes se reúnen porque a uno le gusta la biología, al otro el skate, a otros el hip hop, otros son biotecnólogos. Y ya no hay “los jóvenes”, “los trabajadores”. Quizás no sea un grupo uniforme todo.
—¿Y cómo se hace para hacer política en las microsociedades?
—Primero interpretando que esa es la realidad y adaptándose a ella. Hay que adaptarse, un líder político tiene que tener ideas, tener convicciones y leer el momento en el que le toca tener la responsabilidad política para interpretar a la gente y responder. Yo hoy creo que la gente lo que quiere es hoy vivir mejor que ayer, y que mañana sea mejor que hoy. Tiene que ver con mejorar la calidad de vida de la gente, en este contexto.
—¿Sentís que el balance es positivo de todo lo que hiciste hasta ahora?
—Yo creo mucho en la prepotencia de trabajo. Y cuando uno empuja a veces se encuentra alguna resistencia, pero seguís con lo que vos creés y tratás de aprender de los demás. Nunca nadie creyó que Bótelos podría durar 22 años, y chocábamos con las estructuras y los dificultades.
—Llevás dos años como concejal y ya surge una candidatura a senador provincial en el marco de que seguís midiendo bien y la política necesita ese tipo de candidaturas; ¿cómo lo tomás?
—Medimos bien pero revalidamos con los votos. Sacamos más votos en las Paso del 23 que en las del 21. Hemos crecido en votos en Rosario. Tampoco es frecuente. Por lo demás, la política no necesita de mi candidatura. Mi candidatura surge porque yo creía que éste es un gran lugar para acompañar este proceso electoral en Rosario. Yo lo propuse. Analicé la realidad y las posibilidades que teníamos obviamente y es más, tenía propuestas para otros lugares electorales, como por ejemplo el de intendente. Y creía que este era el lugar para acompañar desde el Senado. Y también creía que había que estar en esta elección. Lo mío era un lugar estratégico, para fortalecer a nuestro espacio en esta elección.
—Sobre la estrategia, ¿hay coordinación dentro del peronismo o son demasiadas islas inconexas?
—Hay momento que se coordinan mejor y momentos que se coordinan peor. Y hay momentos que se coordinan muy bien y hay momentos con problemas de coordinación. Yo creo que estamos en una etapa de recambio generacional y dirigencial.
—¿Cuáles son los dirigentes con los que vos te identificás en ese recambio?
—Yo me voy a identificar con los dirigentes que expresen más o menos lo mismo que yo, tengan la edad que tengan. No estoy hablando de viejo o joven. Yo me identifico mucho con Marcelo Lewandowski, los dos venimos del periodismo, somos muy pragmáticos, una palabra a la que no le tengo miedo, se puede ser pragmático y tener ideología al mismo tiempo. Se puede tener ideas, convicciones, y se puede ser pragmático también. Vos querés que las cosas sucedan y cambien la realidad concreta. Que las cosas funcionen concretamente en la realidad nos identifica con Marcelo porque venimos desde la actividad privada, pero me parece que todo el espacio está tratando de encontrar coordinación en común en el contexto de una campaña electoral.
—El resultado para el peronismo en general no fue bueno, y en la presidencial aún peor. ¿Eso es fruto de las políticas del gobierno nacional? ¿Es por falta de entendimiento entre los distintos sectores? ¿Qué está pasando?
—Mirá, cuando hacía entrevistas no me gustaba que el político se pusiera a hacer de periodista. Te voy a contestar igual la pregunta. Yo soy concejal, no soy una analista político. Tengo que tratar de mejorarle la calidad de vida a la gente y no analizar la realidad desde el punto de vista electoral. Cuando vuelva el periodismo lo voy a hacer, no me gusta el político periodista. Eso se lo dejo a Carrió. Yo prefiero no perder el tiempo en analizar. Me parece que lo que debemos hacer nosotros es trabajar en los problemas concretos de la gente, en este caso la ciudad o el departamento, para mejorarle la calidad de vida a la gente. No me enredo tanto en el análisis electoral. Un problema de la política es que parece que política es sólo lo electoral. La política es transformar la realidad y lo más importante sucede entre elección y elección.
—Precisamente, las decisiones electorales tienen que ver con lo que se hace en esos períodos.
—Sí, pero si vos gobernás bien y mejorás la calidad de vida de la gente, cosa que no sucedió ni en este gobierno municipal ni en algunas cuestiones del gobierno nacional, que no han solucionado los problemas cotidianos de la gente, si vos gobernás bien y mejorás la calidad de vida de la gente, esa es la mejor campaña electoral. Macri con todos los medios a favor perdió, y el peronismo, en un momento muy difícil de todas las variables económicas y sociales, un tercio del país lo votó. Yo trato de no perder demasiado tiempo en analizar las cuestiones electorales. Lo que sí te puedo decir, para no evadir tu pregunta, es que a veces tenés que preocuparte por mejorar la realidad y esa es la mejor campaña electoral.
—¿Por qué querés ser senador? ¿Cuál es el desafío en el departamento Rosario?
—A mí me parece que ninguno de los problemas que tiene Rosario hoy se puede pensar solo en Rosario. Rosario no empieza en los bulevares, una frase hecha pero que es verdad, pero tampoco empieza en avenida Circunvalación. Rosario empieza en Arroyo Seco, en Roldán, en Puerto General San Martín, hasta te diría en Villa Constitución. Los grandes problemas de Rosario hay que enfrentarlos en forma metropolitana. No sólo Rosario, eso le pasa a Caba, a Mendoza, a New York, a Washington, a Nueva Delhi y a Barcelona. Los problemas de las ciudades que tienen que ver con la movilidad, con la salud, con la seguridad, hay que pensarlo metropolitanamente. Y te digo la seguridad porque un celular que le roban a una persona en la rambla Catalunya en Rosario en dos minutos y medio está en Granadero Baigorria. Una fuga por San Martín están en Gálvez en cuatro minutos. Alguien que hace una balacera en 27 y Circunvalación, en 60 segundos está en Pérez.
La seguridad hay que pensarla metropolitanamente. Ni hablar del transporte. Alguien que viene a estudiar de Roldán con el tren que trajimos de Cañada a Rosario, se baja y se toma una bici. Y de esa bici después se toma un taxi. Me interesa el departamento porque la única manera de pensar los grandes problemas que tiene Rosario es en forma metropolitana. Por eso digo que Rosario no empieza en los bulevares, pero ni siquiera empieza en Circunvalación. Empieza en su área metropolitana y Rosario tiene que volver a ser el centro del centro del país. Tiene que recuperar eso que alguna vez fue y perdió. En el año 2003-2004, Congreso de la Lengua, inauguración del Heca, abrimos el balcón al río, bueno, ahí terminó una etapa de la ciudad. A partir de ahí Rosario no supo cuál era su próxima etapa. No supo construir cuál era su próxima etapa. ¿Una ciudad de servicios? No solamente. ¿Una ciudad industrial? Tampoco. ¿Una ciudad turística? No. Para pensar Rosario hay que pensarla en forma metropolitana.
—Hay un órgano creado para esa planificación estratégica, que es el Ecom (Ente de Coordinación Metropolitana).
—A ese organismo yo lo mejoraría con algunas cuestiones. Yo no haría un Ecom a la rosarina como se hizo, sino un Ecom realmente plural, más participativo y equilibrado. El Ecom fue muy a la rosarina. Pero creo en los organismos de diagnóstico y de planificación metropolitana.
—Te vuelvo un poco al rol de analista, aunque no te guste (risas). Poco menos de dos mil votos te separaron de Ciro Seisas en la elección del 16 de julio. Tomados como frentes sí hay una diferencia mayor. ¿Creés que se abre una nueva elección independientemente de estas cifras?
—Lo que pasó, y la gente tiene que saberlo, es que había dos equipos y en el otro equipo entraron a jugar dos jugadores más. Eran once contra once y después fueron 33 contra once. Pero creo que esos 33 no juegan en equipo. No es tan simple, empieza otra elección. Creo que la gente va a comparar un poco a Seisas y a mí. Comparará que hicimos durante todo este tiempo que hicimos durante nuestras vidas, en nuestros trabajos, en nuestros años como concejal. Nosotros nos juntamos con gente que piensa más o menos parecido. Y a mí me parece que en el otro frente hay muchas cosas que son irreconciliables, por lo que no hay una suma matemática de los votos. Nosotros creemos que vamos a hacer una elección de crecimiento, nunca se sabe si vamos a ganar o no. Pero sí creemos que las sumas no son matemáticas y empieza una elección entre dos, no todos contra uno.
—En esa comparación que vos presagiás, hay cosas en común entre los dos, como por ejemplo su origen mediático. ¿Cuáles serían las diferencias?
—Con todo respeto por el concejal Seisas, yo siento que los problemas hay que sentirlos un poco más. Nosotros hacíamos un periodismo un poco más callejero, para estar en los lugares donde estaban los problemas. Me parece que no todo es lo mismo. Ahí hay una diferencia. Y como concejal en Rosario, hablamos con el Ministerio de Transporte, con el Ministerio de Seguridad de la provincia, y logramos abrir comisarías, a lo mejor la gente no lo sabe pero son todas gestiones que surgieron a partir de nuestro trabajo. También creo que el intendente dice «si lo votan a Ciro me votan a mí». Entonces está claro, si me votan a mí votan a mis ideas, a mi trayectoria, a mi espacio político. Me parece que un senador no tiene que representar a una ciudad con su intendente y sus ideas. Porque 8 de cada 10 personas no votaron a ese intendente en esa ciudad. Si vos representás las ideas del intendente quiere decir que no estás representando al 80 por ciento de la ciudad de Rosario. Y encima tenés que representar a distintas ciudades. A mí me parece que la gestión municipal estuvo muy por debajo de las expectativas que la gente tenía y me parece que se necesita alguien que represente las ideas de todos, no sólo las del intendente.