Un cordobés fue imputado este martes por participar en el fraude informático con el que una banda se apoderó de los datos del homebanking y sustrajo casi 900.000 pesos de una empresa que comerciarliza pescados y mariscos, ubicada en la localidad de Cañada de Gómez, cabecera del departamento Iriondo. El juez Álvaro Campos aceptó la acusación de la Fiscalía por el delito de defraudación mediante técnicas de manipulación informática y le dictó la prisión preventiva por 90 días. En la pesquisa intervino el personal de la División de Delitos Informáticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Policía Federal, quienes continúan con las medidas para identificar al resto de la organización.
El imputado fue identificado por sus iniciales como G.S y fue detenido el martes de la semana en el marco de una serie de allanamientos que llevaron adelante los uniformados de la AIC y de la Policía Federal en las localidades de General Deheza –provincia de Córdoba–, Pérez –Santa Fe– y Barranqueras –Chaco–. Los policías apresaron a G.S. en Córdoba por estar señalado como uno de los integrantes de la banda y secuestraron dispositivos electrónicos, los cuales fueron enviados a peritar junto a documentación de interés para la causa, describieron voceros policiales.
Los procedimientos fueron solicitados por el fiscal Franco Miatello de Cañada de Gómez luego de la denuncia presentada el 13 de marzo pasado por los directivos de una empresa local que comercializa pescados de mar y río.
En la audiencia que se llevó a cabo en los Tribunales cañadenses, Miatello describió que GS. junto a otras personas, aún no identificadas, engañaron a un empleado administrativo con una maniobra conocida como phising en la que hicieron una simulación de la página oficial del banco en el cual la empresa es cliente para que pusiera el usuario y la contraseña.
Una vez que la víctima llenó el falso enlace, consiguieron acceder al dinero que la empresa tenía bancarizado y efectuaron tres transferencias desde esa cuenta a distintas billeteras virtuales que estaban a nombre de distintas personas: una por la suma de 2.980.000 pesos, otra por 2.950.001 pesos y la tercera por 2.950.000 pesos.
Luego gastaron el total sustraído que arrojó 8.880.001 pesos para comprar unos 23.629,35 de criptomonedas Tether (USDT), describió el fiscal para sumar que en esta transacción intervinieron otras personas aún no identificadas.
La Fiscalía resaltó que una vez que obtuvieron las monedas virtuales, los estafadores transfirieron distintos porcentajes a numerosas billeteras virtuales, “con la finalidad de entorpecer el rastreo del dinero y posterior investigación”.
Los voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) no especificaron cuál fue la acción puntual del imputado, el fiscal le achacó ser el coautor funcional en la banda lo que da cuenta que si bien no ejecutó la acción principal, su participación fue fundamental para llevar adelante el fraude informático en la cuenta bancaria de la empresa, de dicha localidad distante a unos 75 kilómetros al noroeste de Rosario.
Suplantación de identidad
En su página oficial, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación describe que en el delito conocido como phishing o vishing, los ciberdelincuentes se hacen pasar por empresas de servicios, oficinas de gobierno o amigos de algún familiar para conseguir los datos que les faltan para suplantar la identidad de sus víctimas y así operar tus cuentas en bancos, perfiles en las plataformas y redes sociales, servicios y aplicaciones web.