Matías Ezequiel Ibáñez tenía 21 años cuando fue asesinado, el 10 de mayo pasado, en su casa de pasaje 1876 al 3500, a metros de Provincias Unidas y bulevar Seguí, cerca de barrio La Lagunita. Los matadores lo persiguieron en un taxi y dispararon sobre el chico, que poco antes había mantenido una discusión de la que se vio obligado a escapar con una moto que no era de él. El crimen, según datos de la investigación, se debió a conflictos interpersonales, y este lunes personal de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) detuvo a un implicado en un domicilio de Juan XXIII (ex Biedma) al 6000. En las próximas horas el sospechoso, de 28 años y apodado Pipi, será llevado a audiencia imputativa, agregaron fuentes del caso.
A partir de testimonios que fue recolectando, el personal de AIC irrumpió en ocho domicilios, incluida una finca en la localidad de Monje, en pos de los tres sospechosos del crimen de Ibáñez.
Un joven fue asesinado a disparos: sus atacantes llegaron en taxi a su casa y abrieron fuego
En la vivienda de Juan XXIII al 6000, indicaron fuentes del caso, detuvieron a Sergio Andrés B., de 28 años y apodado Pipi. En la casa, los efectivos incautaron tres celulares, una tablet, una cadenita de metal de color dorada con la inscripción 18KT, 56 mil pesos y una Honda CBX 250. Mientras que en un garaje de pasaje Benito Rodríguez al 6200 secuestraron un Chevrolet Prisma que funcionaba como taxi.
Del resto de los domicilios se incautaron de una decena de celulares, nueve chips, dos pendrive, cuatro tarjetas memoria y 195.000 pesos en efectivo, señalaron voceros de la investigación.
La tardecita del crimen, Ibáñez y los atacantes habían mantenido una discusión a unas pocas cuadras de donde lo terminaron matando. Si bien no se conoció la dirección de la gresca, se supo que hubo entredichos que derivaron en una riña hasta que el chico usó una moto ajena –marca Honda CG Titan de color roja– para escapar en dirección a su domicilio. Allegados completaron que Ibánez dejó la motocicleta tirada en la entrada del pasillo donde vive y que intentaba escapar por los techos cuando dos homicidas llegaron en un taxi y le dispararon a sangre fría. El joven murió en el Policlínico San Martín, a raíz de una herida de bala en el pecho.
Ahora Pipi quedó detenido a la espera de ser acusado por la fiscal Marisol Fabbro. Un familiar suyo, apodado Pantera, y otro muchacho se encuentran prófugos, agregaron fuentes del caso.
Antecedente de sangre
El pasaje 1876 al 3500 había sido noticia por un crimen cometido en 2019. La madrugada del 12 de octubre Micael Alexander Ojeda, de 21 años, estaba en un cumpleaños en la casa de Ibáñez y su hermano mellizo llamado Alexis cuando personas que pasaron en una moto abrieron fuego. Micael recibió un balazo en el pecho y murió poco después en el hospital Carrasco. Otros dos jóvenes también fueron heridos pero pudieron reponerse. Por el crimen de Micael, un joven llamado Nelson Gabriel “Chuky” Lobos acordó una pena de 20 años en mayo pasado.
Acordó 20 años de prisión por disparar a mansalva en un cumpleaños y matar a un joven