El azar quiso que seis trabajadores no quedaran debajo de una loza que se desplomó en el mediodía de ayer, en la esquina de Mendoza y Sarmiento. En el momento en que ocurrió el desmoronamiento del techo, tres albañiles y tres plomeros estaban en el patio lindero, haciendo reformas para poner en funcionamiento en ese lugar un bar. Las autoridades y las inspecciones llegaron después del derrumbe. No hubo que lamentar una desgracia mayor, pero quedó expuesto que la obra no tenía carteles de habilitación ni vallado de protección; de hecho, también se conoció que los albañiles no contaban con ningún elemento de seguridad y, por ello, el secretario de Obras Particulares, Carlos Hyon, dijo a El Ciudadano que “la obra queda suspendida y paralizada hasta que el arquitecto presente un estudio de estabilidad”.
Kevin Vallejo, uno de los albañiles, estaba pálido en la vereda. El estruendo que provocó la caída del techo lo dejó aturdido durante un buen rato. Aún en estado de conmoción alcanzó a contar: “Estábamos revocando del otro lado y se vino todo abajo, se ve que la viga no aguantó. Nosotros veíamos que la viga estaba floja, menos mal que cayó hoy y no cuando hubiera más gente”.
Mientras llegaban bomberos y personal de Emergencias, el responsable de la ONG Manos a la Obra, Narciso Cantero, se hizo presente en el lugar. “Esta semana vamos a pedir la renuncia del jefe de Inspectores de la zona centro. Esto lo venimos denunciando en soledad, no hubo muertos de milagro. Acá no hay permiso de obra, ni habilitaciones. En la zona centro es donde menos se controla. Acá estaban haciendo una reparación, no un trabajo integral”, aseguró. Indignado, Guillermo López, empleado de la Sala Lavardén, dijo que pusieron el volquete en la puerta del ingreso a la sala. “El estruendo que escuchamos y el polvo que salió por las ventanas nos hizo creer lo peor. Por suerte no pasó nada grave, pero te puedo decir que a los muchachos los veíamos trabajar en zapatillas, sin casco, cero seguridad. Viendo el estado de las paredes y la estructura imaginábamos que podía pasar algo así”, relató.
El responsable de Obras Particulares, Hyon, admitió que “estas son estructura viejas, sin conservación; con el tiempo los perfiles se oxidan y evidentemente es lo que ocurrió”. Luego aseguró que “los inspectores van a constatar las habilitaciones; los dueños dicen que las presentaron y están en trámite, pero desde este momento quedó la obra clausurada”.
También se hizo presente en la esquina de Sarmiento y Mendoza Mariano Torales, secretario de organización de la Uocra, para saber en qué condiciones estaban los trabajadores. “Por suerte los compañeros no tienen nada, nosotros tenemos todas las obras con irregularidades denunciadas en el Ministerio de Trabajo y ésta es una de ellas”, apuntó.