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Cayó en Andino Mauricio Laferrara, el jefe de sicarios que se había fugado de la cárcel de Devoto

El gatillero que respondía al sindicado narco Esteban Lindor Alvarado cumplía condena en el penal porteño cuando en octubre del año pasado se esfumó. Tras ocho meses lo encontró una comisión policial al mando de quien lo detuvo en 2019


A ocho meses de su sorprendente y misteriosa fuga de la porteña cárcel de Devoto, Mauricio “Caníbal” Laferrara, sindicado como jefe de sicarios del narco Esteban Lindor Alvarado, cayó en la localidad de Andino, en el departamento Iriondo, a 45 kilómetros de Rosario, donde había buscado refugio. Allí lo encontró una comisión de la Tropa de Operaciones Especiales y el equipo a cargo del comisario Maximiliano Bertolotti, el mismo jefe que atrapó al sicario en 2019; con ellos actuó personal de la Policía Federal, en el marco del Plan Bandera.

Laferrara tenía una circular roja de la Interpol, que ordenó su captura, a pedido del Tribunal Oral Federal N°2 de Rosario, como parte de la investigación por la poco común fuga de la conocida institución carcelaria, el único penal federal que queda en territorio de la ciudad de Buenos Aires.

Canibal estaba cumpliendo una condena de prisión perpetua debido a su implicación en seis homicidios, además de una pena adicional de 5 años por narcotráfico dictada por el tribunal federal.

Según se informó, el operativo se gestó a través de un trabajo conjunto con las fuerzas provinciales y federales. Desde el gobierno provincial y la Nación destacaron el trabajo en común que permitió la captura de “el sicario más peligroso de la organización que lidera el narco Esteban Alvarado”.

Fuentes del gobierno aseguraron que desde el primer momento de asumir se dedicaron a la búsqueda de este asesino, a sabiendas de lo que representa en la organización criminal de Alvarado.

 

La creación del área de Inteligencia Criminal en la provincia y el trabajo mancomunado con Nación, la justicia federal, el Ministerio Público Fiscal de la Nación, el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe, y el Poder Judicial “terminó con la coronación de un operativo en la localidad de Andino dónde además de detener al prófugo jefe de sicarios, quedaron a disposición de la Justicia un hombre y una mujer”.

“Fueron seis meses de un trabajo sigiloso y en conjunto que hoy da sus frutos. El área de inteligencia fue de suma importancia para que este viernes las TOE pudieran hacer este operativo y detenerlo”, subrayó la información oficial.

 

Días de sorpresa

Horas antes de que Interpol emitiera la alerta roja, la familia de Laferrara había presentado un recurso de hábeas corpus a través de sus abogados, Luciano Zisele y Ezequiel Torres, dirigido a la Justicia federal. En ese documento, la madre del fugitivo expresó su preocupación y exigencia de recibir actualizaciones periódicas sobre el estado de la búsqueda.

 

Un equipo para hallar a Mauricio Laferrara 

Inaudito: Caníbal, el jefe de sicarios de Esteban Alvarado, se esfumó de la cárcel de Devoto


En su declaración, la madre de Laferrara denunció que no había sido contactada por el Servicio Penitenciario ni por nadie, y afirmó estar “totalmente desorientada” sobre lo que podría haber sucedido.

“Hago la presente denuncia, destacando que desde que mi hijo se encuentra en calidad de desaparecido jamás fui contactada desde el Servicio Penitenciario como así tampoco de ningún fuero (ya sea federal como provincial, ni de ninguna autoridad tanto fiscal o judicial), el cual debería estar investigando la desaparición en democracia de mi hijo Mauricio de una institución federal”, resalta la presentación de Ramona, madre de Mauricio.

“Tal es el estado de desorientación de lo que habría pasado que ni siquiera se da certeza de algo, siendo totalmente angustiante para una madre que su hijo pudo haber sido descuartizado y descartado sin que ninguna autoridad se haya ni siquiera comunicado con mi persona para avisarme de la desaparición, ni mucho menos cual es el estado de la búsqueda, como ser si las cámaras han detectado algo, si hay algún rastro forense de mi hijo que indique tal macabro trascendido, si se investigó el camión que habría salido, ya sea vivo o muerto”, continúa el habeas corpus.

Es que la ausencia resultó tan sorpresiva que en los primeros momentos también se barajó la hipótesis de que el joven gatillero hubiera sido aesinado en el penal, y de que otros detenidos lo hubieran descuartizado para eliminar sus restos.

Descartada esa vía, se investigó como una fuga, y ocho agentes penitenciarios federales fueron pasados a disponibilidad. Además se conformó un equipo especial integrado por el personal de la División Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal y de la Policía de Santa Fe, pero de algún modo Laferrara logró burlar el cerco, salir de la Capital Federal entrar a territorio provincial.

 

El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Rosario, cuyos magistrados estuvieron a cargo de la última condena a 5 años de prisión de Laferrara por narcomenudeo y de su trasladado al penal de Devoto, quedó al frente de la investigación para dar con el paradero del recluso, por lo que le dio intervención a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y a una Fiscalía de la ciudad de Buenos Aires.

La última requisa que hizo el Servicio Penitenciario Federal en Devoto en la que se confirmó la presencia de Caníbal Laferrara dentro del penal fue el martes 17 de octubre de 2023. En la siguiente, el viernes 20, se detectó que ya no estaba.

Laferrara fue condenado junto a Alvarado en junio de 2022 a prisión perpetua por dos secuestros seguidos de homicidios: uno fue el de Lucio Maldonado, el prestamista relacionado a la banda contraria de Los Monos, cometido en noviembre de 2018 y cuyo cadáver fue encontrado en la autopista Rosario-Buenos Aires. El otro había tenido como víctima a Cristian Enrique, raptado en Pérez en octubre de 2018 y cuyo cadáver fue encontrado a las tres semanas en una zanja de la ruta 14, a la altura de Soldini.

En abril de 2023, otro tribunal ordinario también le dictó a Caníbal la pena de prisión perpetua por el asesinato de un joven llamado Cristian Beliz. De acuerdo a lo ventilado en ese juicio, Laferrara participó junto a Franco Aranda, Gastón Tévez y Matías Ávila –todos condenados– de la balacera a una distribuidora en la que fue herido y quedó hemipléjico su dueño, Oscar “Manco” García, del 7 de septiembre de 2019 en barrio Plata.

Según voceros judiciales, Manco es tío de Caníbal Laferrara y, para la pesquisa, la balacera fue instigada por Alvarado porque quería quedarse con la distribuidora de la víctima.

A su vez, Laferrara tenía una causa abierta por estar imputado por su participación en el triple homicidio de Gerardo “Abuelo” Abregú y los hermanos Ezequiel “Parásito” y José “Grasita” Fernández, quienes fueron acribillados en abril de 2018 cuando iban en auto por la vecina localidad de Granadero Baigorria.

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