Un hombre considerado mano derecha de un jefe de una banda criminal renombrada en barrio Ludueña fue detenido en este martes en el centro de la ciudad. El sospechoso será imputado junto a su padre, un policía retirado, y otra veintena de personas el próximo lunes, de acuerdo con fuentes judiciales.
Voceros de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) anunciaron el arresto de Jonatan Ezequiel Almada, de unos 30 años, quien fue apresado este martes en la puerta de un edificio de Entre Ríos al 1400, donde se ocultaba. Fue alrededor de las 19.30. Dentro del edificio, secuestraron 3 teléfonos celulares.
Almada “es quien manejaba los negocios de Mauro Gerez, los búnkers, la gente, las armas”, confió un investigador de la AIC. Gerez está preso desde junio acusado como «jefe de sicarios» de una banda que mantiene una disputa en Ludueña con otro preso, Francisco Riquelme, por el control territorial de la zona noroeste.
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En los 57 procedimientos ordenados por la Justicia federal y provincial el lunes, las fuerzas policiales ya habían detenido a cuatro familiares de Jonatan, entre ellos a su padre, Jorge, un policía retirado.
Un «jefe de sicarios» que capta pibes vulnerables regalándoles botines y zapatillas
Almada será acusado por el fiscal Pablo Socca el próximo lunes junto a más de 20 personas por integrar una asociación ilícita dedicada a las extorsiones y delitos polirrubro.
“Está mencionado desde el inicio de esta investigación, en julio de 2021, en denuncias por extorsiones de vecinos de Ludueña. Es uno de los miembros más importantes en lo que fue el comienzo de la violencia reciente en esa zona. Almada fue allanado varias veces en el Fonavi de Solís al 300, donde vivía. Allí fue secuestrada plata y armas”, confió Socca a El Ciudadano.
https://www.elciudadanoweb.com/fiscal-de-rosario-que-desarticulo-banda-narco-dice-que-las-detenciones-no-sirven-de-mucho/
“Es uno de los componentes del «triunvirato» que manejaba la zona junto con Gerez y el asesinado Cristian «Larva» Fernández”, agregó el investigador del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Almada, según investigadores, tenía enemigos que querían matarlo. Y un ataque que lo tenía como destinatario, asesinaron a una de sus hermanas. La mujer era Verónica Almada, muerta en su casa de Urquiza al 6000, el pasado 18 de febrero. Ese día, al menos cuatro personas encapuchadas que se movilizaban en un auto color rojo pasaron por el frente del domicilio y gatillaron unas 20 veces.
Almada, que es hijo de un policía retirado que está también detenido, es el principal sospechoso de encabezar una banda ligada a «Los Monos», que conducía Mauro Gerez hasta su detención en mayo de este año.
Durante la irrupción en el departamento que alquilaba, los pesquisas secuestraron dinero, documentos y una motocicleta que, según Almada, pertenecía a un cadete que logró irse cuando llegaron los oficiales y que dejó abandonada en la vía pública.
Este procedimiento se llevó a cabo en continuidad con otro realizado el 21 de agosto pasado se realizó un megaoperativo realizado en la zona norte de la ciudad debido a las constantes disputas por el territorio que mantienen las bandas narcos de Gerez, ligada a «Los Monos», y la de Francisco Riquelme, vinculada al clan Esteban Lindor Alvarado, máximo rival de la familia Cantero por el dominio del narcotráfico en la ciudad.
Sobre Mauro Gerez, de 28 años, se sabe que está alojado en la Unidad Penal 11 de Piñero luego de ser condenado por narcotráfico, y señalado como el responsable de ordenar al menos 40 balaceras extorsivas contra comerciantes, la mayoría de ellas en julio de 2021.
De acuerdo a la pesquisa, la mecánica de los delitos cometidos por la banda de Gerez era la siguiente: uno de sus sindicados laderos, Nicolás B., de 19 años, era el encargado de elegir entre sus vecinos a siguientes víctimas, a quienes primero les enviaba un mensaje intimidatorio reclamando un pago exorbitante y luego balear sus comercios y propiedades y hasta llegaban a matarlas si no entregaban la suma exigida.
Otra variante que empleaban era pedir a las víctimas, en vez de dinero, la entrega inmediata de una propiedad, que muchas veces pasaban a utilizar como búnker para comercializar estupefacientes.
La particular forma de reclutar tiradores por encargo que tenía Gerez, de acuerdo a investigaciones judiciales, era en una cancha de fútbol de su barrio, donde captaba a jóvenes, a quienes les daba calzado deportivo a cambio de las balaceras.