Personal de Contrainteligencia de la Policía de Investigaciones de la provincia de Santa Fe detuvo en Córdoba este lunes por la mañana a Emiliano “Jija” Avejera, considerado jefe en las sombras de la barrabrava de Newell’s y hombre de confianza de la banda los Monos. Jija estaba prófugo desde febrero pasado, cuando la investigación por el crimen de Jonatan Funes lo ubicó como uno de los tiradores junto a Enrique Adrián “Cable” Solís y Damián “Colombiano” Chávez. De notorio perfil bajo, su nombre estuvo mencionado desde entonces en diversas investigaciones por delitos vinculados con la banda de La Granada, aunque no en forma oficial.
La escasa información que trascendió hasta el momento indica que Jija –también conocido como JJ– fue detenido por la división Contrainteligencia de PDI en un comercio de Córdoba, donde se encontraba junto con su hijo. Avejera «tenía pedido de captura por un hecho de homicidio. Se harán las peticiones correspondientes para traerlo a Rosario y realizar la audiencia imputativa», confirmaron desde la Fiscalía Regional.
El crimen por el que lo buscaban
El 5 de febrero Bam Bam Funes fue a visitar a sus hermanos Lautaro, alias Lamparita, y Alan, ambos imputados por homicidio. Llegó al penal de Piñero en un Audi A3 acompañado de una piba de 18 años testigo del crimen cuyo testimonio sería crucial para identificar a los verdugos de su amigo.
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La testigo contó que el Colombiano disparó dos veces al auto en la cercanías del penal, los impactos dieron en la parrilla y el capó. Se agacharon, Bam Bam pidió ayuda y se abrazó con ella, pero salió corriendo.
De inmediato Jija –JJ o Emiliano Avejera, jefe en las sombras de la barrabrava de Newell’s y prófugo– se bajó y ejecutó a Funes. El otro verdugo que ubicó en la Ecosport es Enrique “Cable” Solís, hoy preso.
La testigo vio la ejecución por el espejo. Cuando Jija volvió, ella intentó bajarse y el barrabrava le dijo: “Puta, quedate arriba que te voy a matar. Te dejo viva para que lo denuncies”, y se fue. La chica aseguró que tras la muerte ingresó en un perfil de Facebook de una amiga de Jija y Cable y entre las fotos vio la del tercer atacante y lo identificó como Damián Chávez.
El paravalanchas y el territorio
Jija, un hombre de zona sudoeste, heredó el lugar en la barra leprosa en octubre de 2016, en lo que se llamó por lo bajo un acuerdo para mantener el estatus quo con las distintas facciones del club del Parque, luego de que Rubén “Tubi” Segovia fuera detenido (luego asesinado en el penal de Coronda). Este pacto no llegó de casualidad sino que fue tras advertir que bajaban las ganancias de la barra como consecuencia de los enfrentamientos. Por ese tiempo, habían asesinado a los dos líderes anteriores. El 7 de junio acribillaron a tiros a Matías “Cuatrerito” Franchetti, a unos meses de que asumiera la jefatura. El heredero fue Maximiliano “Cabezón” La Rocca. El 28 de junio, Cabezón fue asesinado de media docena de balazos, apenas se había hecho con el liderazgo. Con ese panorama y tras una serie de atentados a dirigentes, Jija asumió como nuevo líder y las balaceras se calmaron al interior de las facciones, pero se incrementaron en los territorios, especialmente en el Fonavi de Lola Mora e Hipócrates. En este último tiempo, el jefe no podía pisar el paravalanchas porque figuraba en la lista de admisión. Sí podía estar en el predio de Newell’s.
En noviembre pasado, Jija fue detenido en el Coloso en el partido Newell’s-Belgrano. Estaba en el vestuario visitante, un mes después de que una bandera con la leyenda “La banda de J. J.” apareciera en la popular local.
En mayo 2013, Jija había aparecido en la saga de venganza que la banda de Los Monos desató tras el crimen de su líder, Claudio “Pájaro” Cantero. Jija estuvo sospechado de ser uno de los gatilleros que acribillaron a balazos a la familia de Milton César en avenida Francia y Acevedo, pero nunca fue indagado por este caso.
El nexo del apellido de Jija con Los Monos se puede rastrear más atrás. El 6 de febrero de 2010, su hermano fue apresado con una pistola nueve milímetros cuando estaba con otros tres barras en una estación de servicio de zona sur. El cuarteto fue el primero en caer tras la balacera contra el colectivo que traía a barras de Newell’s que habían ido a Buenos Aires a ver el partido contra Huracán. El tiroteo se cobró la vida del adolescente Walter Cáceres y derivó en un juicio que tuvo en el banquillo al propio Pájaro Cantero, junto con otros tres integrantes de la banda. Todos terminaron absueltos.
Junto con el hermano de Jija fue detenido Walter Sauco –también sería luego asesinado–, quien estuvo acusado por el triple homicidio de la familia César.