La Policía detuvo este martes a un muchacho de 27 años por su presunta participación en el crimen del taxista Mario Daniel Esusy, asesinado el 18 de abril pasado en zona noroeste. Los investigadores dijeron que buscaban a un sospechoso por el nombre de pila “Julio” y que con el correr de la investigación consiguieron más datos sobre su paradero. Así se ordenaron tres allanamientos en barrio Ludueña donde apresaron al joven, quien será acusado el próximo jueves por la fiscal Marisol Fabbro. La misma fiscal ya imputó a otro muchacho de 19 años detenido horas después del crimen, lo que le valió una denuncia pública frente al Centro de Justicia Penal donde vecinos y familiares dijeron que “busque a los verdaderos culpables” porque había agarrado a un “perejil sin antecedentes penales”.
Este martes, la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) realizó allanamientos en barrio Ludueña para dar con Julio M., de 27 años, en tres domicilios ubicados en Suiza al 100 bis, Avellaneda al 200 bis y en Humberto 1° al 1300. El joven detenido será imputado el próximo jueves a las 10 en el Centro de Justicia Penal, ante el juez Gustavo Pérez de Urrechu.
Según los pesquisa podría ser partícipe necesario del crimen de Esusy, de 61 años, quien murió de un disparo dentro del taxi que conducía el 18 de abril pasado, en la esquina de Casilda y Formosa. Según la investigación que lleva adelante la fiscal Fabbro, el chofer había llegado a esa zona para recoger a un pasajero que solicitó el servicio por radio taxi. La principal hipótesis de la fiscal es que el móvil del crimen fue un robo, el cual no se habría concretado, por parte de dos muchachos que se acercaron en moto.
Detuvieron a un joven sospechado por el asesinato del taxista Mario Esusy
Dos días después, Fabbro ordenó detener a Ignacio P., de 19 años, quien cayó en varios allanamientos realizados en la zona y fue acusado de homicidio criminis causa, delito que prevé prisión perpetua. Durante la audiencia imputativa, la fiscal no aclaró si disparó o no, pero lo sindicó como “coautor” junto a otros dos sospechosos que dijo tener “identificados”.
Según la hipótesis de Fabbro esa noche hubo dos secuencias. Primero, tres jóvenes en moto intentaron robar a dos personas que estaban en la calle, y que al notar que las iban a asaltar se apuraron para entrar a su domicilio. Una vez adentro, uno de los masculinos le disparó al portón de ingreso con una 9 milímetros, en pasaje Madrid 100 bis y Casilda.
Más tarde, siempre de acuerdo a la teoría acusatoria, los mismos tres agresores divisaron a un taxista que esperaba a un pasajero por calle Casilda en dirección a Formosa y le dispararon con fines de robo, aunque la fiscal aclaró que no se pudo confirmar ningún faltante dentro del vehículo que conducía Esusy, quien murió dentro del auto por un disparo que le entró por el brazo y le salió por el tórax.
“Podemos establecer que los dos hechos se concatenan entre sí, no solo por la proximidad temporal y espacial entre ellos, sino también porque hay un cotejo balístico de vainas secuestradas en ambos lugares de los hechos que han dado como resultado que fueron disparados por el mismo arma”, dijo la fiscal Fabbro en aquella audiencia. Y aclaró que las sospechas sobre los tres jóvenes surgieron del testimonio de un amigo de las dos personas víctimas de tentativa de robo antes del homicidio.
Perejil
Sin embargo, mientras realizaba la acusación, un gran número de personas se concentraron en la puerta del Centro de Justicia Penal con pancartas donde expresaban que el muchacho era inocente, buen vecino y sin ninguna anotación penal. “Ignacio inocente, es un perejil”, decía un cartel al lado de otro con el texto: “Hagan su trabajo y busquen a los verdaderos culpables”.
El crimen del taxista generó gran indignación entre los conductores de taxi, que realizaron un paro durante 24 horas apenas anoticiados de la tragedia.