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Pechocho, el malevo de El Churrasco detenido en Tablada

Tiene 19 años y lo señalan como el autor de dos asesinatos ocurridos el pasado 9 de septiembre y 31 de octubre en la zona norte. Cayó en Convención al 3700, en el sureste de Rosario

El nombre de Pechocho comenzó a sonar fuerte en los últimos meses en barrio El Churrasco, un territorio postergado de la zona norte que en los últimos meses fue escenario de un recrudecimiento de crímenes, balaceras y allanamientos. Todo –aseguran investigadores– en el marco de una disputa territorial por el control del negocio del narcomenudeo, a la que se suman venganzas que bajo la consigna «dolor por dolor» retroalimentan la violencia. Pechocho estaba prófugo desde septiembre, fue capturado este lunes y ahora será acusado por dos asesinatos cometidos en un lapso de 50 días y en un radio de dos cuadras.

A Nahuel Alejandro L. lo conocen como Pechocho. Tiene 19 años y sobre él pesaban pedidos de captura por dos crímenes. Uno es el de Nicolás Coceres, un pibe de 18 años acribillado de ocho balazos el 9 de septiembre, en su casa del monoblock de Larrechea y Pizzurno. El otro tuvo por víctima a Mauro Barrionuevo, un adolescente de 15, pariente de Nicolás. Lo mató un plomo que se le incrustó en la cabeza cuando desde un auto desataron una lluvia de balas sobre su vivienda, en Pizzurno y Superí, el 31 de octubre. Pechocho aguantó en el barrio durante un tiempo y se escurrió de varios allanamientos. En uno de ellos secuestraron una moto Honda Tornado blanca que fue mencionada en el homicidio de Coceres, como publicó El Ciudadano.

Mauro Barrionuevo. Crédito: Facebook.

 

La Justicia y la Policía no lo encontraban, pero los ofendidos por sus actos lo seguían de cerca.

“¡Estos son los hijos de puta que le quitaron la vida a Maurito! Compartan así se hace justicia”, publicó en Facebook un familiar de Barrionuevo junto a fotos de Pechocho, cuando aún se mantenía prófugo. Una casa de calle Miller al 1800, donde los registros aseguraban que vivía el muchacho, fue rociada a balazos en al menos dos ocasiones. Y el auto de una chica que supo salir con él quedó incinerado horas después del crimen de Cóceres. Sus vecinos habían prendido el fuego como venganza indirecta.

Nicolas Cóceres. Crédito: Facebook

 

Pero tras el homicidio de Barrionuevo, a Alejandro Nahuel casi no se lo vio más en El Churrasco.

En la otra punta de la ciudad

Los detectives de la Brigada de Homicidios de Policía de Investigaciones, que comanda el comisario Diego Sánchez, ubicaron un mes después a Pechocho en barrio Tablada. Voceros del caso indicaron que el joven «se aguantaba» en una vivienda de Convención y 24 de Septiembre (Grandoli al 3700) junto con su joven pareja y su pequeño hijo.

El fiscal Adrián Spelta recibió el dato la tarde de este lunes. y le solicitó al juez una orden de allanamiento. Por la tarde, la PDI detuvo a Pechocho en ese domicilio de la zona sur.

Según fuentes de la investigación, Pechocho salía en forma furtiva de su nueva casa. Se lo podía ver sentado en un banco, en la puerta y rodeado de dos o tres pibes. Algunas veces, sin embargo, volvía a zona norte “para hacer desastres”. “Desde el último homicidio iba de una punta a la otra. Y así”, confió una fuente.

Crimen impune

Además de los pedidos de captura por las dos muertes, Pechocho estuvo mencionado por un informe de la comisaría 10ª en la investigación del crimen de Pablo Javier Pereyra, un informático y empleado de una empresa de audio asesinado a la una de la madrugada del 4 de febrero último en Perdriel y Agrelo, pleno barrio Alberdi. Pereyra tenía 45 años y lo fusilaron para robarle la moto.

Pechocho cayó detenido en abril, acusado de tirotear una casa de Esquivel al 1300. La Policía lo detuvo junto con un cómplice a bordo de una moto que, dijeron en la seccional, había pertenecido al asesinado Pereyra. Sin embargo, la acusación por el crimen quedó trunca y nunca fue imputado. “Estaba nombrado en ese homicidio, pero no hay nada corroborado respecto a ese hecho. No tuvo pedido de captura”, dijo una fuente judicial.

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