A Luciano Martínez, de 16 años, lo mataron a golpes la madrugada del 8 de diciembre pasado. Los investigadores trabajaron sobre la hipótesis de que entre varias personas le pegaron para robarle la bicicleta y otras pertenencias. Un vecino llamó al 911 alertando de un hombre tirado en la calle, en la zona de México y Pasaje Pitágoras. Personal policial lo encontró cerca de las siete: estaba sobre el asfalto, inconsciente, con graves heridas y vestido sólo con un pantalón vaquero. Fue derivado al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) en donde los médicos le diagnosticaron muerte cerebral, y falleció al día siguiente.
Al enterarse de su muerte, los familiares de Luciano pedían en la sala de espera del Heca que “se haga justicia, que encuentren a los culpables”.
Efectivos de la División Homicidios allanaron una casa en Vélez Sarsfield al 7000 en la mañana de este martes y allí detuvieron al tercer sospechoso de haber participado en el homicidio del adolescente. Se trata de Tahiel G., de 21 años, quien estaba prófugo desde 8 de diciembre.
Los efectivos secuestraron en la vivienda cinco celulares que fueron enviados a peritar. El fiscal Florentino Malaponte, a cargo del caso, le formó causa a Tahiel G. por homicidio agravado y quedará detenido hasta la audiencia imputativa.
Con el arresto de este martes, son tres los detenidos por su presunta participación en el homicidio de Luciano. El 28 de diciembre pasado, la Policía realizó seis allanamientos que terminaron con la detención de Aníbal D. R., de 17 años, y Emanuel F., de 22. Los efectivos secuestraron también una pistola 9 mm y siete cartuchos calibre 11.25.
La hipótesis de la Fiscalía es que los tres arrestados interceptaron al adolescente en el mismo lugar en el que la Policía lo encontró inconsciente para robarle la bicicleta, el celular, dinero y otros objetos. La autopsia determinó que la víctima falleció a causa de traumatismos severos consistentes con golpes de puño o elementos contundentes.
Luciano vivía desde hacía pocos meses con su novia en una casa de Tupac Amarú y Barra, en la zona noroeste de la ciudad y a unas diez cuadras de donde lo encontró la Policía.