Un muchacho de nacionalidad búlgara fue detenido este domingo en el microcentro rosarino acusado de colocar un “pescador” en un cajero automático del banco Macro. Se trata de un dispositivo artesanal que obstruye la ranura por la que sale el dinero para que los usuarios que hacen extracciones crean que la operación no se pudo realizar, cuando en verdad los billetes quedan atrapados a disposición del estafador, que vuelve más tarde y los retira. A mediados de año, cuatro clientes de distintas entidades bancarias fueron víctimas de “pescadores” en pocos días. Los dispositivos fueron secuestrados pero no hubo detenidos. En septiembre de 2016, dos ciudadanos también oriundos de Europa del Este fueron cayeron fraganti y fueron condenados a tres meses de prisión.
El sábado, un empleado de seguridad de la sucursal del banco Macro de San Lorenzo 1328 llamó a la Policía para denunciar que había visto a un muchacho colocar el dispositivo en uno de los cajeros. Los uniformados confirmaron que el pescador estaba colocado en la ranura y detuvieron a Martín A., de 27 años, oriundo de la República de Bulgaria. El joven quedó detenido en la seccional 2ª y será imputado en las próximas horas.
No es la primera vez que aparecen pescadores en los cajeros rosarinos. Hace cuatro meses, una ola de denuncias activó el alerta de los investigadores que al punto salieron a difundir consejos para que los usuarios de cajeros no caigan en la trampa.
Fue en el mes de julio y por medio de denuncias de usuarios que la Policía secuestró pescadores de dos sucursales del banco Santander Río (la de Córdoba y Donado y la de Oroño al 900), en el Credicoop de Granadero Baigorria y en un cajero Link de Zeballos al 1600. En todos los lugares, además de encontrar el dispositivo hallaron billetes retenidos que fueron devueltos a sus dueños, pero en ninguno de los casos se logró detener a quienes los colocaron.
Distinto fue hace un año, en septiembre de 2016, cuando atraparon a dos rumanos de 20 y 39 años con las manos en la masa. La dupla había plantado un dispositivo metálico en el cajero Link de la sucursal del Nuevo Banco de Santa Fe ubicada en San Martín y avenida Pellegrini. Cuando la Policía de Investigaciones los detuvo tenían 19 mil pesos en efectivo. Si bien se les achacaban varias estafas en Rosario, en la ciudad de Santa Fe y en ciudades de Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, fueron imputados sólo por el pescador con el que los atraparon. Por ese hecho, fueron condenados en el marco de un juicio abreviado a tres meses de prisión efectiva, convenio que homologó el juez penal Alejandro Negroni.