Facundo Fabián “Lapo” Almada, considerado un hombre de confianza de Esteban Lindor Alvarado, fue detenido este domingo en un festival de destreza criolla que se llevó a cabo en la localidad de Andino, a 45 kilómetros de Rosario. El Lapo, un joven de impronta tradicionalista, era el casero de la quinta Los Muchachos, lugar en el que vivía Alvarado y donde se presume estuvo cautivo y luego fue asesinado el 11 de noviembre pasado el prestamista Lucio Maldonado.
Por ese crimen resonante, Alvarado está detenido como instigador. Ahora los fiscales planean imputarle a Lapo el homicidio de Maldonado y además acusarlo de ser parte de la asociación ilícita liderada por El Esteban, una compleja red de negocios integrada por su círculo y que goza de cobertura policial, lo que fue develado en sucesivas audiencias en junio y julio.
La picana
Facundo «Lapo» Almada había sido detenido un mes antes del crimen de Maldonado a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok con una picana y un arma de fuego. Después del asesinato de Maldonado, durante una requisa en el Paraje Los Muchachos, fue hallada la caja vacía de esa picana y una orden de libertad a nombre de Lapo. La sospecha es que la picana pudo haber sido usada para torturar a Maldonado, sobre quien pesaba una disputa con Alvarado por un terreno en Pueblo Esther que éste pretendía comprar, según revela la acusación.
A partir de la detención de Alvarado, en Embalse Río Tercero, el 1º de febrero y de la posterior apertura de su IPhone, los investigadores lograron reunir evidencia para atribuirle a Lapo el homicidio de Maldonado y de ser parte de la red ilícita liderada por Alvarado. Según detectives, existen «muchísimos» mensajes de Telegram en los que Alvarado imparte órdenes a Lapo. Ello se develará esta semana, cuando Lapo escuche la acusación de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.
Los investigadores señalan a Lapo como un eximio jinete y experto en el cuidado de caballos. De hecho, confió un detective, Lapo vivió cinco años en Inglaterra y trabajó en un club de la élite mundial del polo en el condado de Berkshire. Una anotación penal en su haber también gira sobre ese mismo rubro: la versión indica que en el pasado estuvo detenido en Casilda por el hurto de monturas y parafernalia gauchesca.
Desde que los fiscales Edery y Schiappa Pietra libraron la captura de Lapo, personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) se acercó a cada jineteada de la región para dar con el prófugo. Antes, habían allanado la casa de su madre, sin éxito. Este domingo, al término un encuentro anunciado bajo el nombre “Gran destreza criolla en Andino”, la TOE dio con él.
Fue a las 18.30, cuando Lapo se aprestaba a irse en una camioneta con un tráiler y una yegua. Cuando los policías se le acercaron –vestidos con boinas y pilchas para la ocasión–, el sospechoso dijo llamarse “Diego Aguilar” y presentó un documento para acreditarlo. Pero el DNI lucía defectuoso y adulterado. Una campera que tenía una inscripción con su nombre verdadero acabó por delatarlo y terminó detenido.
Caballos
Según investigadores, a Alvarado y Lapo los une una relación laboral y de confianza. El Lapo era el casero de la quinta Los Muchachos, cerca de la localidad de Piñero, labor por la cual recibía una remuneración de 30 mil pesos por mes. Allí además de tener a cargo los caballos de Alvarado, podía atender sus animales y darles un cuidado profesional. Además en la foto de perfil de la cuenta de Instagram del hijo de Alvarado se los ve juntos.
Se cree que en la quinta Los Muchachos fue asesinado el prestamista Maldonado, cuyo cuerpo apareció en cercanías de Circunvalación y Oroño, con un cartel que decía «Con la mafia no se jode».
Lucio Maldonado, un pesado polirrubro especializado en autos
La hipótesis fiscal sostiene que cuatro sicarios de Alvarado secuestraron a Maldonado frente a su casa de Garibaldi al 600, en barrio Tablada, en los primeros minutos de la madrugada del domingo 11 de noviembre y se llevaron el Chevrolet Cruze de la víctima al momento del rapto. Este auto fue detectado en la quinta del paraje Los Muchachos pese a que al devolver este vehículo horas después le borraron el GPS. Quedó igualmente un registro satelital de algunos momentos de ese viaje y por eso los investigadores reconstruyeron el periplo hasta dar con esa vivienda rural, cuyo usufructo está a nombre de los hijos adolescentes de Alvarado.
La red de negocios
De las mensajes del servicio de mensajería Telegram recuperados del celular de Alvarado surgió el manejo de las firmas en cabeza de este hombre: se lo escucha dar directivas, brinda órdenes para la ejecución de operaciones comerciales de distinto tipos, manejo de inmuebles y cambios de titularidades. Para los fiscales, un entramado empresarial con fachada legal, pero cuya función es encubrir el ingreso de negocios sucios.
El imperio económico de Esteban Lindor Alvarado, el gran simulador
