A una semana de que la Justicia lo declarara en rebeldía y ordenara su inmediata captura, este jueves cayó Elías «Zapatito» Benegas, condenado recientemente a 17 años de prisión por el crimen de Jonatan Rosales y la tentativa de homicidio de la pareja de éste, Brisa. Para la investigación el móvil del asesinato del muchacho, de 25 años, estuvo enmarcado en una saga de hechos de sangre vinculados a la disputa por el liderazgo de la barra brava del club Newell’s Old Boys.
Zapatito Benegas fue detenido este jueves en una vivienda de pasillo de pasaje 1878, a pocas cuadras del Fonavi de Rouillón y Seguí, en la zona sudoeste. La pesquisa para dar con su paradero estuvo a cargo del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes descubrieron que estaba parando en casa de su novia; tras lo cual el juez Gonzalo López Quintana libró la orden de allanamiento.
La semana pasada la Cámara Penal había revisado una decisión de primera instancia y revocado la absolución determinada para Zapatito en septiembre de 2019: en cambio, lo condenó a 17 años de cárcel. Cuando personal policial fue hasta el domicilio que el muchacho había brindado en la causa, el vecino que atendió a los uniformados les dijo que no lo conocía.
El otro imputado por el asesinato de Rosales y la tentativa de homicidio de Brisa era Ariel “Tubi” Segovia, asesinado a traición en abril de 2018 en la cárcel de Coronda. Zapatito había quedado libre tras ese juicio oral y público, y la sentencia fue apelada por la Fiscalía.
La noche del 26 de junio de 2016, Jonatan Rosales fue asesinado. Iba en moto con su pareja Brisa y su hija de 8 meses por zona sur cuando dos ocupantes de un auto comenzaron a seguirlos hasta que los embistieron en Padre Giaccone al 1300. Las víctimas cayeron a una zanja, y desde el auto les dispararon.
Rosales, de 25 años, murió en el lugar, y Brisa resultó herida en una de sus piernas. Según contó la joven en el juicio, había logrado ver a los atacantes cuando media cuadra antes casi los chocaron. Los conocía porque coordinaban con Rosales el traslado de hinchas a la cancha cuando jugaba Newell’s.
Brisa, de entonces 18 años, declaró que su pareja le contó que Tubi le había pedido en marzo de ese año que asesinara a Matías «Cuatrerito» Franchetti –un joven que por un breve lapso lideró la barra brava–. Rosales se negó y al Cuatrerito lo mataron a principios de junio de 2016 en la puerta del club. Después fueron por Rosales.
A Brisa intentaron matarla una vez más en diciembre de 2016. Según la investigación penal, Tubi organizó un amedrentamiento desde la cárcel que terminó con el homicidio de Lorena, de 16 años, hermana menor de Brisa.
Al debate oral sólo llegó Zapatito, y en septiembre pasado fue absuelto y recuperó la libertad. Pero el fallo fue apelado por la Fiscalía y los camaristas Gustavo Salvador, Carolina Hernández y Gabriela Sansó revocaron la decisión al considerar que el tribunal de primera instancia no tuvo en cuenta la declaración de Brisa, por lo que revocaron el fallo y resolvieron la condena.
Se esfumó Zapatito: tras revocarle la absolución por homicidio, lo fueron a buscar pero ya no estaba