La cantante urbana Cazzu, conocida como la “Jefa del Trap”, estrenó en las plataformas su nuevo álbum titulado Nena Trampa, donde el feminismo aparece expresado de una forma “más literal”.
En simultáneo, anunció una gira mundial con presentaciones en Latinoamérica, Estados Unidos y España.
Este nuevo material producido por la artista junto al productor Nico Cotton, cuenta con el aporte de algunos colaboradores estelares como Randy y De La Ghetto en “Peli-Culeo”; Brray, Ankhal y Luar La L en “Fulete”, además de María Becerra en “Maléfica”.
Con la intención de reavivar la llama del trap frente a las incursiones en el reggaetón de algunos de sus colegas de la escena, Cazzu parte desde esa intención para probarse con otros géneros cercanos como el drill y el malianteo, y hasta con una milonga sureña que aporta otro clima en la mitad del recorrido de Nena Trampa, el segundo larga duración después de Error 93 por el que recibió una nominación en los Grammy Latinos.
La cantante jujeña, quien además reúne los aportes de otros productores como Caleb Calloway en “Fulete” y Big One en “La Trampa”, sigue apostando por superproducciones audiovisuales como las que gestó para los adelantos de “Jefa” y “Maléfica”, potenciando un concepto artístico y estético que trabajó codo a codo con el artista plástico Toto Tauer y el realizador Facundo Ballve, entre otros.
El propio Ballve dirigió el clip de “Nena Trampa” protagonizado por una performance de Kotho Nuñez y coreografiada por Denise De La Roche.
“Si tuviera que elegir un adjetivo calificativo para este disco sería «bélico». Elegí usar muchos sonidos de armas y el color de las canciones es mayormente oscuro. La música tiene algo de cinematográfico, lo que invita al oyente a imaginar una escena, un contexto. Drama, armas, suspenso, herramientas que crean imágenes audibles”, señaló la protagonista.
Sobre el discurso –añadió, “aunque no sea sorpresa, es feminista” y agregó, en ese sentido, que “esta vez el feminismo es mucho más literal” a partir de “utilizar la parte más masculina para enviar un mensaje de feminismo”.
“Con esto, mi deseo, siempre, es invitar a los varones a escuchar música que habla de mujeres en primera persona, sin sentir que no es para ellos. Es una sátira, una invasión a su masculinidad, pero al mismo tiempo una búsqueda de empatía, de unión a través de mensajes subliminales”, concluyó.