“Después de observar las imágenes de la carrera con mayor tranquilidad, por televisión, no entiendo a Alonso, creo que siente envidia y vive en otro mundo”, declaró el inglés Hamilton, de McLaren, líder del campeonato de pilotos con 127 puntos, seguido por su compatriota y compañero de equipo Jenson Button, con 121 unidades.
El Gran Premio corrido el domingo en Valencia, novena de las 19 pruebas del calendario 2010 de la Fórmula 1, se vio envuelto en una polémica que continúa hoy con las declaraciones cruzadas entre los protagonistas.
Es que la prueba debió ser neutralizada por un espectacular accidente del australiano Mark Webber, de Red Bull, que motivó situaciones controvertidas y el clasificador final se dio a conocer mucho tiempo después de concluida la carrera.
El Comisario Deportivo sancionó con quita de tiempo a varios pilotos, debido a que violaron el reglamento de velocidad cuando ingresó a la pista el auto de seguridad para atender a los pilotos accidentados, el mencionado Webber y Heikki Kovalainen.
La queja de Alonso es porque, según la opinión generalizada en Ferrari, debió haberse sancionado a Hamilton, a quien acusan de haber acelerado y superado al vehículo de seguridad, algo que es antirreglamentario.
“Todo el mundo tiene derecho a opinar y Alonso debe estar decepcionado por su posición final, pero yo no le hice nada”, declaró Hamilton a los medios británicos.
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