Una investigación explica que tras una larga exposición a ondas electromagnéticas como las usadas en los teléfonos móviles, ratones genéticamente modificados para desarrollar Alzheimer se desempeñaron tan bien en pruebas de memoria y pensamiento como roedores saludables.
Según señala el Journal of Alzheimer’s Disease, los resultados de la investigación fueron una gran sorpresa para los expertos e implican una posibilidad de desarrollar tratamientos no farmacológicos ni invasivos para la condición.
Uno de los científicos a cargo de la investigación, Gary Arendash, de la University of South Florida, manifestó que esperaba que la exposición a los teléfonos celulares aumentara los efectos de la demencia.
«Muy por el contrario, esos ratones se vieron protegidos si la exposición a celulares comenzaba en la adultez temprana. Y si la exposición a teléfonos móviles se iniciaba después de ya presentar deterioro en la memoria, revirtió ese deterioro», resumió el investigador.
Al finalizar el período de exposición a las ondas electromagnéticas, los autores hallaron que la misma erosionaba la acumulación de beta amiloide, una proteína indicadora de la presencia de enfermedad de Alzheimer. Los ratones con Alzheimer mostraron mejoras y revirtieron su patología cerebral.
“La onda electromagnética previene la acumulación de esa proteína mala en el cerebro», explicó Arendash agregando que “los hallazgos son fascinantes para nosotros porque abren todo una nueva área en la neurociencia, que creemos que es la de los efectos a largo plazo de los campos electromagnéticos sobre la memoria».
Según la Asociación de Alzheimer, más de 35 millones de personas en todo el mundo padecerán Alzheimer y otras formas de demencia en el 2010.
Fuente: elmundo.es