Con el corazón. Con garra. Con coraje. Con inteligencia. Con sabiduría. Con mucha enjundia. Con concentración de principio a fin. Con un plan ejecutado casi a la perfección. Con una tarea defensiva sobresaliente. Con el overol bien puesto. Con muchos más atributos que deficiencias. Central consiguió en Brasil lo que fue a buscar y se clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
En aquel vestuario triste en Montevideo, tras perder con Peñarol, a pesar de la derrota hubo una voz que se alzó y señaló que la mira tenía que virar hacia ser protagonista en la Sudamericana. Esa exclamación, ante la incredulidad de algunos, fue nada más y nada menos de Miguel Ángel Russo. El técnico, cuestionado por los cambios que hizo durante el juego ante el Manya, apuntó el nuevo objetivo. Y si bien en su momento se pudo haber tomado como un paraguas protector, en Brasil quedó claro que el experimentado de Miguel supo cómo plantear el partido definitorio de la serie para llevar a Central a la próxima instancia.
Si bien en la previa al juego en Porto Alegre se especuló con la posibilidad de jugar con línea de cinco, el equipo solamente tuvo la variante de Gómez por Lovera. Si lo estratégico Russo utilizó a Campaz por la derecha y al ex Racing por la izquierda.
El arranque del partido fue bravo para el Canalla. Es que antes de los cinco minutos Internacional ya había tenido tres córners y un disparo al arco. Pero Central aguantó el arranque frenético de los locales, que incluyó hasta una chilena desviada del colombiano Borré.
Cuando peor la pasaba, en cuanto a la falta de posesión del balón, llegó el gol de Sández. Mallo se la acomodó al ex Boca, luego de que el Canalla se impusiera en una segunda jugada tras un tiro libre, y el defensor marcó un golazo al dejar sin chances a Rochet.
Con mucha más obligación que en el comienzo Inter siguió imponiéndose en intensidad. Pero el sistema defensivo auriazul no mostró fallas y con una gran tarea individual y colectiva lució infranqueable. De a poco los brasileros perdieron intensidad y la primera parte tuvo a un Central 2-0 arriba en el global.
Luego del descanso Inter salió nuevamente con la intención de ahogar a Central, pero esta vez con el cronómetro en su contra. El Canalla, como buen guerrero, se paró nuevamente para resistir. De arranque Valencia, de tiro libre, exigió a Broun; pero en la jugada siguiente Patrick no perdonó y convirtió la igualdad.
Con el juego igualado, pero con la ventaja a favor de Central en el global el partido le indicaba al Canalla que tenía que defender ese privilegio con la pelota y sacarle ritmo al partido. Y si bien no lo consiguió, la falta de tenencia fue suplida por la brillante tarea defensiva que siguió haciendo el equipo y que tuvo a Broun como abanderado. Cuando aún faltaban 20 para el final y en pos de hacerse del balón, Russo mandó a la cancha a Malcorra por Ruben.
Para jugar los últimos minutos el Canalla se paró con cinco en el fondo, algo que había entrenado en la previa, para ello el técnico mandó a la cancha a Coyote y le dio aire fresco al medio con el ingreso de Ortíz. Los instantes finales del partido se jugaron bastante lejos de Fatura y rápidamente se decretó la clasificación auriazul a la instancia que viene.
El equipo de Miguel Ángel Russo pasó a un equipo llenó de individualidades y alcanzó el objetivo de meterse entre los mejores de la competencia. Ahora llegará Fortaleza, otro de los bravos. Pero todavía falta y si bien hay cosas para corregir, los hinchas se ilusionan con llegar lejos y hasta se animan a soñar con volver a alcanzar la gloria a nivel internacional por segunda vez en la historia.