Otra vez dos caras. Una mala, la del primer tiempo; otra remozada, la del segundo. Pero no pasó del reparto de puntos con Unión. Si bien es cierto que el 1-1 dejó la sensación de poquito, Central acumuló su sexto juego sin victorias. Un Carlos Tevez que erró el planteo inicial y que, a su favor, no le tembló el pulso en retroceder en sus ideas y modificar con tres cambios antes del descanso.
De menos a más. Empujado por un Gigante repleto, tuvo dos tiros en el travesaño, una revisión dudosa del VAR y mala puntería que lo privaron de sumar de a tres. Y en la vereda de enfrente Unión, un equipo que llegó con cuatro derrotas sobre el lomo pero hizo una buena primera parte, aunque que se resguardó mucho en el segundo tiempo y lo pagó.
Un primer tiempo de country. Una etapa inicial en la cual Central cometió yerros en la estrategia, más allá de que tuvo dos claras para marcar. El equipo de Tevez jugó mal y el entrenador erró en lo que dispuso para el comienzo, lo que quedó en evidencia a los 36 minutos, cuando introdujo tres modificaciones: del partido con Racing al comienzo del juego ante el Tatengue el Apache introdujo cuatro variantes y al final del primer tiempo ante los santafesinos el equipo ya había sufrido tres cambios más, todo un síntoma de este Central.
Desde el comienzo Unión se dispuso a no respetar al Canalla y a los pocos minutos Servio ya había sido exigido. Luego el local respondió con remate de Ortíz y tuvo la más clara cuando el Colo Rodríguez estrelló su remate en el travesaño; pero en la jugada siguiente el propio futbolista auriazul se durmió en la marca y Machuca la mandó a guardar.
Con el partido sin un dueño, con el juego sin fundamentos futbolísticos entendibles, la cosa se hizo ordinaria. Otra vez Rodríguez tuvo una chance, pero tapó bien Mele y de nuevo la visita dispuso de la suya, pero esta vez fue Servio quien se lució.
La cancha, llena como siempre, perdió la paciencia y apuntó a la dirigencia con el ya clásico “Central va a salir campeón el día que se vayan todos…”. Tevez tomó nota de lo mal que había armado el equipo y retrocedió sobre sus pasos para hacer las tres variantes: adentro Mac Allister, Malcorra y Frías, afuera Vergara, Rodríguez e Infantino para al menos irse al descaso con un semblante distinto. Era el camino.
Al iniciar el complemento Central salió decidido a buscar el empate. Inclinó la cancha con paciencia, aprovechando el llamativo retroceso del equipo de Munúa en el campo. En ese comienzo Mac Allister clavó un tiro libre al travesaño, luego Malcorra probó desde lejos y Véliz no pudo conectar un centro rasante. El técnico rival, motivado por la supremacía del conjunto de Tevez, movió el banco e hizo un triple cambio. No sirvió demasiado.
A los veinte llegó la jugada más polémica de la noche: Frías fue en busca de un pase entre líneas y Calderón barrió tirándose al suelo y se llevó puesto pelota y jugador. El delantero quedó tendido en el área, pareció penal, pero el VAR lo revisó y le dio la orden a Baliño para que continuara el juego. Insólito.
Pero tanto lo buscó el Canalla que antes de la media hora tuvo su premio gracias al muslo de Almada, que mandó la pelota al fondo de la red luego de que Báez bajara un centro de Ortíz. E instantes después tuvo el segundo, pero Frías no esquinó su remate y Mele se lució.
Con el tremendo empuje de su gente el equipo del Apache fue en busca de la victoria, pero Véliz se perdió el 2-1. Así el juego no cambió en resultado y terminó con el reparto de puntos.
Seis partidos sin victorias. Estuvo cerca en la noche del lunes, en especial por lo que hizo en el complemento. Pero a este equipo le cuesta todo y encima no liga nada. Otra chance desperdiciada en busca de los ya tan ansiados tres puntos. Central se hunde en su propio pantano y cuesta encontrar la posibilidad para que pueda salir del mismo.
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