Y la pelota por fin rodó. Central disputó ayer su primer ensayo de esta pretemporada veraniega. Y el saldo fue positivo en todo sentido. Es que se impuso por 1 a 0 ante Defensores de Villa Ramallo. Pero, además de ganar el partido, el Canalla mostró algunas facetas de juego interesantes, variantes en ofensiva y un despliegue físico acorde a la circunstancia.
El único gol del encuentro, que se jugó en la cancha principal del country de Arroyo Seco, fue obra de Jesús Méndez, quien así tuvo sus primeros minutos tras la vuelta al club.
A la hora de analizar los ensayos de pretemporada, no deben perderse de vista algunas cuestiones básicas. La principal, en el caso del duelo de ayer, tiene que ver con la diferencia de categoría de los contendientes. Central milita en primera división y, Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, en el Torneo Argentino A, dos escalones por debajo.
Esta situación, le da un marco particular al partido. Y, en este sentido, puede decirse que los auriazules no dejaron dudas sobre su superioridad. Y esto es cierto más allá de lo escueto del 1 a 0. Y también de las características del rival de turno, un equipo ordenado, con buenas predisposición para la marca y mejores intenciones para el juego. Pero carente de ideas en la faz ofensiva.
Ayer, Russo plantó al equipo con un 4-4-2 que, a priori, asoma como el esquema que tendría en mente para debutar en el torneo, cuando visite a Quilmes por la primera fecha.
En la formación, el DT optó por incluir a los dos marcadores centrales suplentes (Tomás Berra y Lisandro Magallán) para evaluar su rendimiento.
En cuanto al resto de los que estuvieron desde el arranque, da la sensación de que dependerá de ellos el mantenerse o no entre los once.
Respecto del funcionamiento, el equipo fue creciendo como tal con el correr de los minutos. Más allá de que logró el gol a los 9 minutos, tras una precisa definición de Méndez.
Como es lógico a este momento de la pretemporada, abundaron las imprecisiones. Y, en particular en el primer tiempo, el equipo fue demasiado vertical para atacar.
En el complemento, cuando Russo decidió el ingreso de Pablo Becker por Sebastián Abreu, de buen desempeño, Central tuvo más juego asociado. Apareció la figura de Méndez y Carrizo hizo pesar su habilidad y su velocidad sobre el carril izquierdo. Pero además, el rival sintió el esfuerzo físico, que a esa hora de la mañana se potenció por la alta temperatura reinante.
Pudo haber aumentado la ventaja Central. Pero se equivocó en los metros finales. Y por su ineficiencia ofensiva, terminó ganando por la mínima diferencia.
Al menos, mostró que con un mismo esquema (4-4-2), puede manejar dos formas diferentes para buscar un resultado. En el primer tiempo, lo hizo con Abreu como pivot (así se generó el único gol); y en el segundo, con Becker como mediapunta, buscando asociarse por abajo con Carrizo, Méndez y Encina, que en el complemento entró poco en juego.
