El último viernes hubo una charla vía Zoom entre dirigentes de Rosario Central y del Deportivo Táchira en la que se puso en marcha la gestión auriazul para que los venezolanos jueguen los octavos de final en Arroyito.
Además del deseo canalla, la novedad es que hay guiño de aprobación de parte de ANAC (Asociación Nacional de Aviación Civil) para que el chárter que trasladará a la delegación de Táchira pueda seguir viaje, en la misma nave, desde Ezeiza a Fisherton. Antes de volar rumbo a Rosario, los venezolanos tendrán que cumplir trámites migratorios y sanitarios en el aeropuerto de Buenos Aires.
Hay un antecedente positivo al respecto y se dio cuando Chile jugó por eliminatorias en Santiago del Estero ante Argentina. Allí también hubo guiño de ANAC, y los chilenos no pudieron negarse a pasar por Ezeiza como escala, aunque el aeropuerto santiagueño no está habilitado para recibir vuelos internacionales.
Además, se consiguió autorización para que ese avión permanezca en el aeropuerto de Fisherton, pese a que también está cerrado para salida o llegada de vuelos internacionales, el tiempo que dure la estadía de los venezolanos en Rosario.
Por su parte, en la idea Central volaría desde Rosario a Venezuela. El aeropuerto de San Cristóbal está habilitado, por lo que los auriazules jugarán en el Polideportivo de Pueblo Nuevo.
La idea es volar el martes 13 bien temprano, ya que el aeropuerto de San Cristóbal cierra a las 17; lo que obligará también que el regreso sea el viernes 16. El partido de ida de los octavos de final se juega el jueves 15 de julio a las 21.30 de Argentina. Ante esta situación, Central ya solicitó en AFA ser local en la primera fecha del torneo que viene, que se jugará entre los partidos de ida y vuelta de la Copa.