Por la expectativa generada en la previa, desde la suma de puntos el debut no fue el esperado. Pero quedarse únicamente con eso no aparece lo adecuado en el inicio de un torneo. Central jugó de más a menos. Un muy buen primer tiempo, que terminó injustamente en tablas, y un complemento donde le costó horrores generarle peligro al rival. Encima, en el descanso Ruben se quedó en el vestuario y Teo pidió el cambio cuando todavía faltaba un cuarto de hora. Así y todo el Canalla mereció quedarse con los primeros tres puntos que puso en juego.
Lo más destacado: el tridente de arriba que siempre intentó asociarse y desborda jerarquía en cada componente. El medio funcionó como casi siempre, bien. Ferrari y Villagra cumplieron. Pero fue preocupante como se complicó la zaga central ante un equipo que casi no lo atacó y especialmente el bajón que sufrió el equipo en el capítulo final.
Las once ocasiones de gol que tuvieron los del Chacho en el primer tiempo y las menos de cinco que generó en el complemento muestran a la perfección el rendimiento que tuvo el Canalla en el debut del campeonato.
¿Y el rival? Nunca se apartó de su libreto: pelota al piso y salir tocando desde abajo. Aunque la carencia, en la primera parte, la tuvo en ofensiva; sólo un tiro libre enviado en forma de centro que Sosa despejó al córner. Para el complemento Holan adelantó las líneas y apretó las marcas sobre los creadores canallas.
Para el diván de Coudet quedará la baja en el rendimiento que tuvo el equipo mientras fue avanzando el cronómetro. Para ratificar y seguir aceitando quedará lo hecho de mitad de cancha hacia adelante.
Fue el primer partido de un equipo que quiere volver a pelear el torneo y si bien mereció ganar, como dicen los analistas en los miles de bares de la ciudad: “Si querés salir campeón estos partidos hay que ganarlos”. Claro que sí, pero al ser el arranque del torneo esta frase queda exagerada.
