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Central, con las acciones en baja

Después de un gran arranque,el equipo de Edgardo Bauza mermó su rendimiento y suma seis juegos sin triunfos

Aquel arranque matemáticamente perfecto del ciclo Bauza quedó lejos en el tiempo. Las cuatro victorias en las primeras cuatro presentaciones oficiales de la temporada fueron hace un par de meses, pero ya forman parte de la historia. El presente es muy diferente. El equipo defensivamente ordenado, que no recibía goles y mostraba eficacia ofensiva, se desarticuló. Perdió forma y consistencia. Y sin dudas mostró su peor cara el último domingo en el Gigante. Allí, el Canalla fue claramente superado por Unión, que le desnudó falencias futbolísticas de todo tipo para golearlo 4 a 0.

Después de aquellos primeros cuatro triunfos en fila, el equipo del Patón acumula ahora seis partidos sin victorias, con tres empates y tres derrotas. Pero la crítica coyuntura aparece algo maquillada por el presente en Copa Argentina. En esa competencia los de Arroyito dejaron en el camino a Talleres de Córdoba en los 16vos de final, y a Almagro en los octavos. Aunque no derrotaron a ninguno de los dos en los 90 minutos. Central recién pudo superar a estos rivales en los desempates con remates desde el punto penal, siendo el arquero Ledesma factor clave en ambas clasificaciones.

A la hora de analizar razones para entender esta actualidad que preocupa, se puede empezar observando una clara merma del rendimiento defensivo del equipo. Esto se plantea exponiendo que en los primeros cuatro partidos de la temporada el equipo no recibió goles, y le marcaron nueve en los últimos seis juegos. Esto, aunque casi la mitad de esos tantos llegaron todos juntos en el cotejo del último domingo frente a Unión, en la expresión futbolística más pobre del Canalla en este ciclo que comanda Bauza.

Pero también hubo un bajón de producción en ofensiva. Es que si bien el equipo mostró dificultades para la generación de juego casi en cada presentación, en los primeros cuatro partidos siempre hizo goles. Fueron diez, aunque seis de ellos se dieron en un solo juego, en el debut oficial de la temporada ante Juventud Antoniana de Salta por la Copa. Como contrapartida de aquel inicio, en los últimos seis encuentros Central hizo apenas dos goles.

A estos dos factores hay que sumarle uno más, que quedó en evidencia en el cotejo del último domingo ante el Tatengue, las ausencias por lesión. Es que Bauza no pudo contar con cinco futbolistas que padecían distintos problemas físicos, y cuatro de ellos son habituales titulares: Óscar Cabezas, Leonardo Gil, Washington Camacho y Fernando Zampedri. Y esas bajas, que también obligaron a algún cambio de posición en defensa, indudablemente resquebrajaron la estructura del equipo.

Con el orden defensivo como estandarte Bauza le había dado un sello al equipo. Apenas una identidad inicial. Y mientras los rivales le llegaron poco y casi no le convirtieron, las dificultades en la gestación de juego siempre quedaron en un segundo plano para el hincha. Es que desde la lógica de la tribuna el resultado siempre es más importante que el análisis de la forma o del camino para conseguirlo.

Pero ahora, cuando el equipo del Patón se hizo permeable, las debilidades ofensivas quedaron muy a la vista. Como así también la preocupante falta de reacción que muestra Central cuando se encuentra en la adversidad. En el escenario de la necesidad, parece que no existe un plan alternativo para tratar de revertir un trámite. Y aquí no se discute la vergüenza deportiva, o la actitud. Lo que no se percibe es una idea futbolística diferente a la inicial para enfrentar una situación no deseada.

Con el Clásico por Copa Argentina a la vuelta de la esquina, el Mundo Central hoy reniega de la idea de Bauza, discute la capacidad de sus futbolistas, y busca soluciones entre los que no vienen jugando. Y el problema es todo para el Patón, que hará su diagnóstico de crisis sabiendo que dentro de un puñado de días, en el partido eliminatorio ante Newell’s, peleará por algo mucho más importante que el pasaporte a las semifinales de la Copa.

Trabaja para recuperar a los soldados

Mientras espera por la definición de la fecha para jugar el Clásico por Copa Argentina, el plantel canalla tiene programada una semana de trabajo completa hasta el viernes. Y no hay dudas de que la atención está centrada en la recuperación de los cinco futbolistas que vienen arrastrando inconvenientes físicos.

En esa situación se encuentran Óscar Cabezas, Miguel Barbieri, Leonardo Gil, Washington Camacho (todos con problemas musculares) y Fernando Zampedri (padece un traumatismo en un tobillo). Y por lo que pudo averiguar este diario, el único que no recibiría el alta médica antes del próximo fin de semana sería Barbieri. Por lo tanto, si el juego copero ante Newell’s se disputara el próximo miércoles 17 de octubre, Bauza podría disponer para el armado del equipo de Cabezas, Gil, Camacho y Zampedri.

En el entrenamiento de este lunes, que se desarrolló por la mañana en Arroyo Seco, el Colo Gil trabajó a la par de sus compañeros. Mientras que Cabezas y Camacho cumplieron sin problemas con las tareas de la primera parte de la práctica, y luego sólo trotaron. En tanto que Zampedri hizo tareas aparte del grupo, fortaleciendo el tobillo derecho que lo tiene a mal traer después de aquel fuerte golpe que recibió en esa articulación jugando frente a Talleres por Copa Argentina, hace un mes.

Barbieri, en tanto, transita la primera semana de rehabilitación del desgarro que sufrió en el isquiotibial derecho. Y tiene para un par de semanas más para recibir el alta médica.

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