Triunfo de oro. Méritos de lado, Rosario Central consiguió una dramática victoria como visitante de Banfield. Fue 2 a 1, con dos goles de Marco Ruben, el gran héroe de la noche en el Florencio Sola. El equipo de Kily González, que cometió distintos errores defensivos durante el encuentro, empezó perdiendo. Pero desde la capacidad goleadora y la jerarquía de MR9, golpeando en momentos clave, dio vuelta la historia. Y así el canaya se quedó con un triunfo que le permite seguir recuperando terreno tanto en la tabla de posiciones del torneo como en el escalafón general, donde busca meterse en la línea de clasificación para jugar la Sudamericana 2022.
Juan Manuel Cruz, aprovechando una falla defensiva de Gastón Ávila, marcó a los 8 minutos y adelantó en el marcador al Taladro. Pero Ruben se encargó de revertir la situación: igualó a los 37 del primer tiempo, tras una guapeada de Lucas Gamba; y completó la faena a los 42 del segundo con un certero cabezazo después de recibir un buen centro de Alan Marinelli. Los dos equipos terminaron con diez jugadores. En la segunda parte, el árbitro Fernando Rapallini le mostró tarjeta roja a un jugador de cada equipo, ambos por doble amonestación. Primero a Emiliano Vecchio, a los 16 minutos; y luego, 10 minutos más tarde, a Giuliano Galoppo.
La eficaz tarea de Marco Ruben asoma como la primera razón para empezar a entender el triunfo de Central en su visita a Banfield. Pero no fue la única. Desde lo individual, también hubo un partido importante de Jorge Broun. El arquero auriazul tuvo intervenciones determinantes durante los 90 minutos. En algún momento evitó que el Taladro aumente la ventaja, y en otros sostuvo el empate transitorio.
En cuanto a lo colectivo, hubo un Central que intentó ser protagonista. Pero le costó conseguirlo. Es que, con la pelota en su poder, el equipo del Kily llegó sin problemas hasta tres cuartos de cancha. Pero, especialmente en el primer tiempo, le costó generar situaciones de peligro en relación al tiempo que dispuso del balón. Y sin la pelota evidenció preocupantes fallas defensivas. Malos retrocesos, deficiencias en cobertura de espacios y dificultades para resolver el juego aéreo en el área propia, fueron los defectos más notables que manifestó el canaya.
Como contrapartida, aunque manejó menos tiempo el balón, Banfield fue más práctico. Y en los primeros 45 dispuso de varias chances para convertir. Y, salvo por el gol que anotó Cruz en el arranque, dejó pasar casi todas. Y cuando había pocas señales de una posible reacción, Central encontró el empate. Fue a 8 minutos del cierre de la primera etapa, desde un pelotazo largo que sorprendió al fondo local, y terminó en el primer gol de Ruben.
El segundo tiempo se hizo más de golpe por golpe. Banfield, que en el primer tiempo apostó a esperar y tatar de capitalizar el yerro ajeno, salió a jugar con otra determinación. Y el partido se hizo, un poco más, de golpe por golpe. Pero a los 16 se fue expulsado Vecchio, y Central sufrió con el hombre de menos. Eso fue hasta los 26, cuando llegó la roja a Galoppo, y todo se volvió a nivelar.
En el tramo final, comenzó a flotar la sensación de que el partido estaba para el que acertara. Y ese fue Central. Sobre los 42 minutos, un desborde de Alan Marinelli, que había ingresado hacía poco, terminó en centro exacto para la cabeza goleadora de Ruben. Y con eso, más allá de méritos y defectos, le alcanzó al canaya para quedarse con el triunfo y festejar en rodeo ajeno, algo que a este equipo del Kily generalmente le cuesta.
Con la victoria ante Banfield, no sólo se recuperó del golpe sufrido la fecha pasada a manos de Boca en el Gigante. Además, los de Arroyito consiguieron tres puntos en rodeo ajeno para alimentar y sustentar la chance de alcanzar el objetivo trazado por el grupo para este torneo: clasificar para jugar una coa internacional en 2022. Antes de esta fecha, el canaya estaba a 10 puntos de la línea de clasificación a la Sudamericana 2022. Ahora, descontó 2 y se acercó a 8 unidades de distancia.