Lejos de tener el final feliz con el que soñaban en barrio Tablada, la novela que tiene como protagonista a Leandro Armani sigue sumando capítulos. La chance de poder ver al goleador casildense con la camiseta de Central Córdoba parece diluirse cada vez más con el paso del tiempo, especialmente luego de las novedades que se dieron a conocer ayer: que el Beto no estará presente mañana en el Gabino Sosa ante Sacachispas, ya que todavía no pudo destrabar su salida de Tiro Federal.
Molesto. Así se mostró Armani en la práctica matutina del Charrúa, donde el entrenador Osvaldo Diez dejó prácticamente confirmado el once inicial para afrontar la segunda fecha del campeonato de Primera C (ver aparte). Es que la noticia de que no iba a poder jugar ante el Lila de Villa Soldati fue como un mazazo difícil de aceptar para el delantero, quien también se perdió el desafío inaugural de la temporada en cancha de Midland (0-1) por el mismo motivo.
Y encima nadie se hace responsable de la situación. Los directivos de ambos clubes se tiran la pelota entre ellos y se acusan mutuamente. Desde Central Córdoba afirman que intentaron comunicarse una y mil veces con la entidad de barrio Ludueña para zanjar el tema de una vez por todas, mientras que el mandamás tirolense Carlos Dávola jura que no recibió ningún llamado con relación al Beto.
Alguno de los dos miente. Eso está más que claro. Aunque a esta altura no serviría de nada ponerse a buscar quien es culpable y cual inocente. El problema más grave es que mientras tanto Armani sigue sin vestir la casaca del Charrúa, que lo necesita y mucho.
Para colmo de males, si la mano no cambia en los próximos días, todo indica que el casildense quedará “colgado” en Tiro, donde aún tiene contrato hasta fin de año y ya anunció que no volverá a jugar. Aunque ese sería el peor de los desenlaces posibles…
