Soplan vientos de cambio por barrio Tablada. Tras años de malas decisiones con tan devastadoras consecuencias, la comisión directiva que encabeza Jorge Cornú estaría dispuesta a ceder el control de Central Córdoba, club que actualmente se encuentra viviendo la peor crisis institucional, deportiva y económica de su larga y rica historia.
¿El motivo? El club se hunde sin remedio y la situación no da para más. En lo futbolístico, el equipo da pena en el campeonato de Primera C y hace poco sufrió el primer descenso de su historia en inferiores en la Liga Rosarina. La parte social es prácticamente inexistente y la económica insostenible. Al plantel le deben casi cuatro meses de sueldo y desde que comenzó la temporada fueron muchos los jugadores que abandonaron un barco que, desde hace años, hace agua por todas partes.
Once puntos en catorce presentaciones es el saldo que cosechó el elenco que conduce Osvaldo Diez, otro que también tendría los días contados. Paradójicamente, once son la cantidad de jugadores que se fueron desde que arrancó el certamen: Jorge Ibáñez, Santiago Sandoval, Jorge Fernández, Emanuel Toro, Diego Febre, Sergio Gómez, Juan Carlos Montero, Rodrigo Lechner, Leonel Poropat, Maximiliano Díaz y por supuesto, el goleador Leandro Armani, quien en su momento hizo lo imposible por venir y desde hace un tiempo dejó de entrenar a raíz de los sueldos atrasados.
Además, la mayoría de los socios se volcó masivamente en apoyo al doctor Carlos Lancelotti, quien la semana pasada oficializó su candidatura a la presidencia, deseo que podría cumplirse dentro de muy poco tiempo.
Ahora sólo resta saber si el cambio de mando se dará de forma automática o bien mediante el llamado a elecciones, tal y como lo estipula el estatuto del club.
