Con la ilusión intacta y el ánimo por las nubes tras la buena actuación exhibida en las dos últimas presentaciones en el campeonato de Primera C, el plantel de Central Córdoba se instaló ayer en la ciudad de Resistencia a la espera del duelo de mañana ante Boca Unidos de Corrientes, por los 32avos de final de la Copa Argentina.
Todo es color de rosa desde la llegada de Omar Palma. Las rachas negativas se revirtieron, los resultados se empezaron a dar y el equipo volvió a ser el mismo de las primeras fechas: sólido en todas sus líneas y con una identidad de juego bien definida.
Tanto en el debut del Negro ante Cambaceres en Ensenada (3-1) como en el choque del viernes ante Defensores Unidos de Zárate (2-0) en el Gabino, el Charrúa dejó una imagen muy positiva dentro del terreno de juego y se impuso con claridad en ambos casos.
Pero el desafío de mañana será totalmente distinto a cualquiera los que haya afrontado Córdoba hasta el momento. Enfrente estará unos de los principales protagonistas que tiene el torneo de Primera B Nacional, y que encima llega bastante más agrandado de lo habitual tras derrotar a River como local.
Tras un extenso viaje en ómnibus que demandó casi diez horas de viaje, el plantel charrúa se instaló en un hotel céntrico de la capital chaqueña, y hoy tempranito Omar Arnaldo Palma definirá el once inicial que mañana a las 19 saldrá a escena en el Centenario de Chaco, estadio con capacidad para unos 26.000 espectadores, inaugurado el 25 de mayo de este año con un partido amistoso entre la selecciones de Argentina y Paraguay, que finalizó con triunfo 4-1 para la Albiceleste.
Desde que asumió la conducción técnica del equipo, el Negro anticipó que iba a poner en cancha al mejor equipo disponible para afrontar el duelo de la Copa Argentina.
De esta manera, la probable alineación sería con Juan Cruz Leguizamón; Nicolás Canessa, Paulo Killer, Emiliano Yocco y Nahuel Rodríguez; Lucas Lazo, Facundo Fabello y Diego Villagra; Juan Carlos Lescano, Alejandro García y Martín Salinas.
En caso de ganar, Central Córdoba recibirá 200.000 mil pesos como premio, dinero que sería repartido entre jugadores, cuerpo técnico y las arcas del club. El plantel se llevaría el 30 por ciento, el cuerpo técnico el 20 y el resto quedaría a disposición de los directivos para achicar deudas y resolver otras cuestiones ajenas a lo estrictamente futbolístico.
