Lo buscó siempre y nunca bajó los brazos, pero esta vez la suerte no lo acompañó. Central Córdoba no pudo con la gran actuación del arquero de Argentino de Quilmes, igualó 0-0 en el Gabino Sosa y dilapidó una chance inmejorable de quedar como único líder del campeonato de Primera C.
Fue ampliamente superior el Charrúa, que convirtió en figura al uno visitante, único responsable de que el encuentro terminara sin goles. Adrián Leguizamón le puso un verdadero cerrojo a su arco y metió tres o cuatro tapadas realmente impresionantes, de esas que dejan a gran parte del público agarrándose la cabeza incrédulos ante lo que acaban de ver y al resto confusos tras festejar un gol que parecía un hecho.
Lo intentó todo el Matador. Con buen juego e inteligencia de a ratos, con garra y corazón cuando el férreo sistema defensivo del Mate logró sacarlo de sus casillas. Ni siquiera el penal le quiso entrar al Charrúa, que ahora comparte la cima con San Telmo, local esta tarde ante el irregular General Lamadrid. Y eso que lo pateó Fernando Resler, goleador del equipo y todo un especialista desde los doce pasos.
Pero no. Ayer no era el día. Definitivamente. De otra forma se hace imposible explicar como el disparo del Melli salió pegadito al palo. O el cabezazo en el primer tiempo que Leguizamón evitó con una volada espectacular, escena que se repitió varias veces más.