Dolor en el final. Central Córdoba perdió frente a Los Andes y descendió a la Primera C, en un cotejo en el que volvió a jugar mal y que finalizó suspendido por el ingreso de hinchas locales para increpar a los jugadores charrúas. Tanto el local como el visitante optaron por abandonar el terreno de juego ya que no estaban dadas las garantías y el árbitro Yamil Possi dio por finalizado el encuentro.
Una campaña en la que el Charrúa no mereció la permanencia, se cerró con el inevitable descenso, luego de caer en el Gabino Sosa por 1-0 con un gol del ex Newell’s Lúcio Ceresetto. Y el referí, obligado por los incidentes que se generaron desde la tribuna local con el ingreso de hinchas para increpar a jugadores, decidió suspender el encuentro.
El equipo de Ricardo Palma salió con todo de arranque en busca de los tres puntos para seguir con vida en la Primera B Metropolitana, pero se pasó de revoluciones en ataque y dependió de una buena labor de su arquero Juan Cruz Leguizamón.
La expulsión del delantero Alejandro Fiorina en el final de la primera mitad fue, tal vez, el origen de un desorden en el local que ya no se pudo acomodar.
El ingreso de Martín Salinas y Nicolás De Bruno de cara al segundo tiempo pareció darle aire al ataque de Central Córdoba, que sufría con la presión de tener que ganar para no descender.
Pero cuando el panorama asomaba un poco mejor pese a las constantes intervenciones del arquero Leguizamón, un centro de Jonathan Belforte derivó en el ariete Aldo Visconti que tapó el portero y en el rebote el ingresado Ceresetto puso al frente sobre el minutos 25 a Los Andes.
Apenas cinco minutos más tarde, hinchas locales se colgaron del alambrado e ingresaron al terreno de juego para increpar a los jugadores, lo que obligó al árbitro Possi a suspender el partido. Y así marcar una nueva jornada triste para el fútbol rosarino, con el descenso de Central Córdoba.