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Central desperdició un doblete de Ruben y River se lo empató en el Gigante

El equipo del Kily hizo un gran primer tiempo ante el mejor equipo del país, el campeón, pero en el complemento fue superado en el juego y el empate quedó como un sabor amargo

Ir arriba por dos goles y terminar empatado nunca genera una buena sensación. Pero el atractivo empate que llevaron adelante Central y River fue justo. Un encuentro donde más allá del reparto de puntos, quedará en la historia ya que fue el día en que Marco Ruben se subió a lo alto de la tabla de goleadores históricos en el profesionalismo del club.

El equipo del Kily hizo un gran primer tiempo ante el mejor equipo del país, el campeón, pero en el complemento fue superado en el juego y el empate quedó como un sabor amargo.

Con la igualdad ante el Millonario, Central terminó una muy buena semana donde cosechó 7 puntos de los 9 que se pusieron en disputa. Tres resultados que lo ponen en una muy buena posición de cara al objetivo de ingresar a la Sudamericana y que lo ubica al entrenador en un lugar inmejorable de cara a la continuidad más allá de diciembre.

En el primer tiempo donde Central trató siempre de imponer condiciones. Ya sea desde el juego, como en cortar la usina futbolística del rival. Desde el vamos, el Canalla presionó alto, controló con criterio a Palavecino y Fernández, y de a poco comenzó a hacerse de la pelota con Vecchio como abanderado.

Los primeros veinte minutos controló las acciones, pero sin llevar peligro al arco de Armani. El primer avisó lo dio con un cabezazo de Martínez que se fue alto y en la jugada siguiente sufrió por primera vez con un remate de Romero que desvió Ojeda y un tiro desde afuera de Palavecino que se fue cerca también. Un aviso de lo que sucedería más adelante.

Y a los 27 minutos, ese liderazgo que tenía el Canalla en el partido se vio reflejado en la red: Vecchio inició la jugada, se la dio a Blanco y el lateral asistió a Ruben, que de taco no perdonó y quedó definitivamente en la historia. En el último cuarto de hora, River intentó llevárselo por delante al equipo del Kily, pero no pudo lastimar. En los segundos finales Armani se lució frente a Vecchio y se quedó con lo que hubiese sido el segundo.

Uno de los que no pasó desapercibido, por no medir con la misma vara faltas similares, fue el árbitro Pablo Echavarría. El juez mostró tarjetas a jugadores de Central (Ojeda y Ruben) y no a futbolistas del Millonario, uno de ellos Simón quien antes de terminar los primeros 45 minutos cometió una falta merecedora de dicho cartón.

El inicio del complemento lo tuvo a un River dominador, Gallardo mandó a la cancha a Carrascal y prescindió de un delantero. Sin embargo, en el peor momento, apareció otra vez Ruben (no quiso terminar la tarde a la par de Waldino Aguirre y lo superó en la tabla histórica de goleadores) para marcar de cabeza el segundo tras una muy buena jugada colectiva y asistencia de Blanco.

A partir de allí el encuentro para Central pedía cambios, es que el Millonario siguió con el dominio con el cual había arrancado el complemento y apenas pasada la barrera se los veinte se puso a tiro con un golazo de Palavecino. Ahí sí el Kily movió el tablero y le dio luz verde a Covea (ingresó por Marinelli).

Paró con un esquema similar al rival dejando arriba en soledad al histórico goleador. Pero la variante no funcionó, Gallardo le había ganado la pulseada al entrenador auriazul desde el propio inicio de la etapa final, y otra vez Palavecino se anotó en la red para un 2-2 que dolió.

Para colmo Ojeda, quien ya estaba amonestado, hizo una fuer-te infracción y se fue a las duchas cuando todavía al partido le quedaban varios minutos.

El cierre fue con River teniendo la posesión de la pelota y con un Central que buscaba que el tiempo transcurriera más rápido que nunca. El resultado final del juego fue justo.

Los hinchas, si bien quedaron con la desazón de que su equipo ganaba 2 a 0 y terminó repartiendo puntos, se fueron con la satisfacción de haber estado presente el día que Marco Ruben llegó a la cima de la tabla de goleadores. Una jornada que se recordará siempre.

La previa del partido

A falta de tres fechas para el final Central está muy cerca de lograr el objetivo de ser parte de la Copa Sudamericana 2022. El Canalla viene de conseguir dos triunfos importantes que lo arrimaron otra vez a la pelea de las plazas coperas. Pero hoy tendrá la visita del flamante campeón de la Liga Profesional y por lejos, el mejor equipo del fútbol argentino.

River llega al Gigante, desde las 17, para estrenar el título que ganó hace unos días cuando goleó a Racing en el Monumental. Un triunfo que le permitió a Marcelo Gallardo sacarse la espina de no haber conseguido un torneo local desde su asunción a mediados de 2014. Y que además, sirvió para que en la tabla general se libere un cupo para las copas 2022. Así Central quedó a un punto del último clasificado a la Sudamericana (Gimnasia y Esgrima La Plata).

El Canalla sabe que el Millo es un equipo rápido, hípercompetitvo y que no vendrá a Rosario relajado, todo lo contrario. Porque el Muñeco moldeó siempre a sus jugadores bajo una enorme voracidad de ganar todo lo que se cruce enfrente. Y que tiene a Julián Álvarez, un jugador que está en su mejor momento y que fue decisivo en River para dar la vuelta.

Pero Central también llega dulce y mucho más Marco Ruben, que viene de meter tres goles en la victoria ante Colón del pasado jueves por 4-1. El delantero de 35 años tendrá ante el Millo la oportunidad de marcar su gol número 98 con la camiseta auriazul para así alcanzar la línea del Torito Waldino Aguirre, máximo goleador de la historia del club de Arroyito en el profesionalismo.

El Canalla supo disimular los errores defensivos que acarreaba y salió airoso de Atlético Tucumán primero y del Sabalero después logrando merecidos triunfos. Pero eso se dio porque contó con mucha contundencia en ofensiva anotando siete tantos en dos partidos, de los cuales Ruben y Vecchio marcaron tres cada uno. Además, el Kily acomodó ciertos desacoples en el retroceso y volvió a encontrar seguridad en la dupla de centrales que forman Facundo Almada y Gastón Ávila.

Claro que  todo no es color de rosa  en el Canalla ya que hoy no tendrá a Fatu Broun. El arquero se lesionó feo frente a Colón (rotura de ligamentos cruzados) y su lugar será ocupado por Juan Pablo Romero. Fatu venía siendo uno de los puntos altos del equipo del Kily González, siendo uno de los porteros con mejor promedio de atajadas en la Liga Profesional.

Que mejor estimulación es ganarle al campeón y a un equipo que hace como mil partidos que no pierde. Y que esa victoria derive en un paso más para lograr meterse en la Sudamericana. Un combo difícil de no aceptar.

Otro motivación que tendrá Central será que en el ciclo del Kily nunca pudo ganar tres partidos seguidos y que los tres partidos en los que tuvo al River de Gallardo enfrente los perdió (uno de local y dos de visitante).

Por antecedentes cercanos puede ser un partido con muchas emociones. Y también porque son dos equipos que siempre tienen el arco del rival en la mira. No especulan nunca, tampoco lo saben hacer.

Central depende de sí mismo para alcanzar el objetivo. Le quedan tres escalones. Hoy debe saltar el primero. La misión es difícil, pero no imposible. Y la esperanza es lo último que se pierde. Lo sabe el plantel, lo sabe el Kily y lo saben los hinchas.

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