Los silbidos de reprobación del final del partido dieron su sentencia. A este equipo de Edgardo Bauza se le terminó el crédito por haber obtenido la Copa Argentina. Y cuando la masa se expresa es difícil que se equivoque. Y este domingo no fue la excepción. Es que Central debía sumar de a tres, por lo que venía de hacer ante River y por el flojo rival de turno. Pero no sólo que perdió, sino que en el primer tiempo fue humillado por un equipo cuyo futuro inmediato está en el Nacional B.
Con la derrota de este domingo, Central alcanzó a los 6 partidos sin victoria y su presente futbolístico es preocupante.
Lo hecho ante el Matador, un equipo limitado pero con algunos jugadores de trayectoria, fue casi un calco al partido que hizo cuando cayó goleado ante Unión, también en el Gigante. Esta vez el Patón quedó expuesto; ya que decidió cambiar el esquema con el cual había enfrentado a River y volver al inofensivo y poco expresivo 4-4-2. Y sin dudas el hecho de haber disputado el tercer partido en una semana hizo mella en la parte física de los jugadores. Muy temprano se vieron algunos signos de cansancio en varios de ellos y eso incidió.
La primera parte del Canalla fue pésima. Con errores infantiles que dejaron al rival en varias ocasiones solo contra Ledesma. Central no tuvo juego ni contención. Los volantes por afuera jugaron para el aplazo, y la espalda de Rinaudo fue el lugar elegido por la figura del partido: Montillo. Y así los defensores quedaron mano a mano contra los voluntariosos delanteros de Tigre y perdieron.
A Bauza no le tembló el pulso para sacar a Camacho y Allione, ambos de olvidable partido. Así y todo poco cambió. Solamente el Canalla se impuso en la posesión porque el rival ya había hecho su negocio en la primera parte y prefirió cuidar la diferencia.
¿Pudo descontar? Sí. Pero también pudo haber caído de manera más abultada si Tigre acertaba en un par de jugadas que tuvo cuando el partido ya había ingresado a la recta final.
Central jugó un partido para el olvido. Y en sólo noventa minutos borró la buena imagen que había mostrado ante River. Bauza se equivocó y varios jugadores volvieron a demostrar un pobre nivel futbolístico. Sumar la mayor cantidad de unidades en lo que queda del torneo es lo que se impone. Porque si bien el presente es para preocuparse, el futuro podría ser aún más alarmante.