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Central, el campeón que dio pena y se despidió rápido

El Canalla cayó 5-4 en la definición desde los doce pasos tras igualar 2-2 con Sol de Mayo de Viedma. Riaño, los dos goles en los 90 reglamentarios. Herrera y Diego Becker fallaron sus remates. Mal debut de Ferrari como DT

Cambió de técnico, pero no de resultado. Y esta vez cayó en su competencia preferida. El campeón dio pena y fue eliminado por un muy humilde equipo de Viedma. Central jugó un primer tiempo espantoso. Y si bien levantó algo en el complemento, que hizo estirar la definición del encuentro, su actuación en Santa Fe rozó lo bochornoso. Y para colmo ni siquiera tuvo a su favor la lotería de los penales.

Una derrota durísima. Un fracaso que hace más difícil la situación futbolística que atraviesa el equipo desde que comenzó este 2019. Una designación del técnico cuestionada por su inexperiencia. Un Paulo Ferrari que necesitaba su primer crédito como para ir agarrando confianza para la recta final de la Superliga y para todo lo que resta por jugar en el semestre. Sin embargo, el Loncho arrancó menos diez, como el chinchón.

En el primer tiempo Central fue una sombra. Ni siquiera pateó al arco. No tuvo ideas para jugar. Y la única herramienta que utilizó de mitad de cancha hacia adelante fue el pelotazo. Bochazos inofensivos que no hicieron otra cosa que facilitarles la tarea a los rústicos defensores rivales.

Es que los volantes encargados de generar fútbol tuvieron un primer tiempo para el aplazo. En especial el colombiano Jarlan Barrera que no mostró nada de nada y anduvo más por el piso que otra cosa. Claro que tampoco tuvo compañía, ya que por los costados no supo cómo lastimar tampoco. En el cierre de llegó lo peor, el gol de Sol de Mayo. Una pérdida a metros del área grande y un cambio de frente que encontró a todos desordenados, en especial a los dos centrales. Más allá del tanto sobre el final, la buena noticia fue no perdía por más, porque los de Viedma tuvieron otras dos chances de gol claras.

La reacción en el segundo capítulo fue lo más importante que mostró el equipo. Es que cuando el rival marcó el segundo y la gente explotaba en las tribunas (ni hablar los que lo habrán visto por tele o escuchado por la radio), Claudio Riaño se despachó con dos goles y mandó la cosa a los penales. Pero la igualdad con la cual terminó el juego tuvo que ver más con las ganas que mostró el equipo del Loncho que con el juego, el cansancio que mostró el conjunto del Federal A y algo de vergüenza que mostraron al menos un par de jugadores canallas.

Un papelón terminó haciendo el Canalla. Futbolistas que por algo no jugaban. Barrera que en vez de lucirse dilapidó la chance y la camiseta parece quedarle grande. Un estreno de entrenador para el olvido. Achacarle a Ferrari, con pocos días de trabajo esta derrota asoma como injusta. Pero es inevitable pensar que por ser un técnico novato necesitaba pasar de ronda para juntar la primera bocanada de oxígeno.

Central no solo padece la Superliga, si no que ya no podrá defender el título que consiguió en la Copa Argentina. Un presente angustiante que con la derrota no hace más que exhortar una victoria el sábado ante Belgrano.

 

Una noche para el olvido de la que se salvaron muy pocos

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