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Central en su hora más difícil

Rivoira afirma que están en el camino correcto, los resultados están lejos de darle la razón

Un punto sobre seis en juego es la magra cosecha de Central en 2011. Desde los números la cosa ya es preocupante, pero si se repasan la condición y los rivales, el ánimo de los hinchas será aún peor. Es muy difícil que otro equipo de la Primera B Nacional iguale la marca impuesta por el equipo de Héctor Rivoira, jugar de local contra Defensa y Justicia y Almirante Brown, de manera consecutiva, y sumar nada más que un punto, seguro que será bravo de empardar.

Además el entrenador mostró un notable nivel dialéctico para excusar lo inexcusable, perder de local con Almirante. «Vamos por el camino correcto», dijo el Chulo y fue por más. Refiriéndose al funcionamiento del equipo, sin dudas. Siempre el camino correcto en fútbol lo muestran por los resultados. Quedando para el debate las formas con que se consiguen. El viernes Central no mereció perder el partido, la visita lo ganó porque el arquero homónimo (Broun) le regaló un gol.

El equipo, tratando de interpretar a Rivoira, tuvo más paciencia que en otros partidos. Contó con un trabajo profundo del peruano Guizasola, encontró un líder de juego con Méndez y fue protagonista en la mayor parte del partido, pero pateó poco (un tiro libre de Méndez pegó en el poste) y no supo aprovechar la inseguridad de Monasterio, que atajó mucho, pero siempre con rebotes. Y perdió, eso es lo que cuenta. Cuestión que marca de manera inequívoca que el camino no es tan correcto, al menos por ahora. El DT confía en el esquema 4-3-3, que probó durante la pretemporada, y no se mueve de él. Tendrá sus razones.

Volviendo a Broun (el arquero), es tiempo que le den una oportunidad al uruguayo Bava. Un error, por más determinante que el mismo sea, no impone el reemplazo de un jugador, y menos de un arquero. Pero repasando las 20 fechas jugadas, Broun mostró más inseguridades que aciertos, lejos quedaron los tiempos en que su nivel pedía selección. Es verdad que su defensa tampoco es confiable, pero él no transmite seguridad. Además de complicar acciones de fácil resolución, como el viernes cuando perdió la pelota con Bazán Vera. Y el suplente, Bava, es un arquero de experiencia que no tiene por qué esperar una suspensión o lesión del compañero para ingresar. El arquero es un jugador más, Rivoira mostró que no le tiembla el pulso a la hora de indicar una variante. Lucho Figueroa es la prueba más convincente.

Es cierto que faltan 18 fechas, el campeonato es irregular, y no aparece un equipo con chapa de candidato en serio. Pero, Central no puede perder más tiempo. Regaló dos partidos sumamente propicios para sumar y prenderse, hilvanar dos o tres triunfos seguidos es una prioridad impostergable si pretende volver a Primera división.

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