Si bien el torneo de la B Nacional dista de ser parejo, la realidad indica que Central hoy por hoy se ubica en la 16ª posición con 12 puntos y está a 13 unidades del líder Gimnasia y Esgrima La Plata y a 9 de Independiente Rivadavia de Mendoza, que ocupa la tercera y última plaza de ascenso.
La campaña hasta acá del Canalla es muy pobre, pero quizás tiene el tiempo suficiente para cambiar la historia. Antes de finalizar el año Central tendrá que jugar siete partidos, incluyendo el suspendido ante Crucero del Norte. Serán 21 puntos en juego y el conjunto auriazul deberá cosechar la mayor cantidad posible para encarar la segunda parte del campeonato con la ilusión de, al menos, transformarse en verdadero candidato.
Pero si bien son siempre los resultados los que valen, lo preocupante del equipo de Russo es el funcionamiento colectivo que ha demostrado a lo largo de estos once partidos.
Por ahora los refuerzos que llegaron para pelear el campeonato están en deuda, salvo excepciones.
En el arco Mauricio Caranta tuvo buenas y malas. Carlos Casteglione y Javier Yacuzzi no tuvieron la capacidad para justificar sus contrataciones, de hecho el ex defensor de Tigre perdió el puesto tras su mala actuación ante Douglas Haig de Pergamino. Alejandro Gagliardi y Nicolás Freitas por ahora nunca se acomodaron al mundo Central y rápidamente fueron relegados al banco de suplentes.
Hernán Encina, figura del Instituto que peleó el ascenso en la temporada pasada, jamás supo hacer valer su habitual desequilibrio.
Héctor Bracamonte está más cerca de su retiro profesional que de ser el nueve goleador que necesita un equipo anémicamente ofensivo. Quizás Diego Lagos haya sido la mejor incorporación, aunque no ha tenido una regularidad en su juego.
Miguel Ángel Russo encontró lo mejor del equipo en los pibes. Se la jugó con Nery Domínguez y el volante aprovechó la oportunidad. Mandó a la cancha a Pablo Becker y cumplió con goles y buenas actuaciones.
La última apuesta fue el delantero Fernando Coniglio ante Douglas y el juvenil hizo mucho más en noventa minutos de lo que habían realizado Bracamonte y Javier Toledo en diez cotejos.
Los equipos que se encuentran en el lote de arriba se caracterizan por ser sacrificados, inteligentes a la hora de plantear los partidos y efectivos.
Gimnasia de La Plata ganó en confianza al encadenar tres triunfos al hilo, el escolta Olimpo se hace fuerte de local y aprendió a ganar de visitante e Independiente cuenta con mucha experiencia y además se siente obligado a sumar también por el descenso.
Los últimos vagones del tren están pasando por Arroyito. Y depende de Central saber subirse.
El cuerpo técnico siempre mostró confianza en el plantel. Ahora es tiempo de que los jugadores devuelvan esa confianza con buenas actuaciones, logren hilvanar algunos triunfos, consigan algo de paz y de una vez por todas se pongan la pilcha de verdadero candidato.
