Un empate se puede analizar de maneras diferentes. Y éste que rescató Central en Tucumán frente a Atlético tiene varias caras. El lado negativo tiene que ver con que el Canalla ya acumula ocho juegos sin triunfos. Y que Marcelo Benítez (expulsado con un puñado de minutos en cancha) fue el máximo culpable. Pero del costado positivo se puede nombrar a Buonanotte (metió un golón) y Servio (tapó en penal). Y del buen primer tiempo que jugó el Auriazul en un terreno archi difícil.
La decisión de Tevez en incluir a Ortiz, Tanlongo y Mac Allister en el mediocampo fue toda una declaración. El Apache pensó en acumular gente, cortar los circuitos entre Acosta-Carrera-Pereyra. Y pegó un pleno. Los tres “cinco” del Canalla se turnaban para presionar. Y en varias ocasiones la apuesta salió más que bien. Por eso no fue extraño que Tanlongo apure a Acosta y en dos zancadas haya llegado a verle la cara a Lampe de cerca.
Atlético Tucumán no tuvo recursos para engañar el planteo auriazul y eso favoreció el trabajo de Central. En una de las tantas presiones colectivas la pelota le quedó a Buonanotte. La joyita canalla se acomodó y lanzó un bombazo que explotó en la red del Decano.
Sorpresa total en el José Fierro. Central justificaba el resultado a base de esfuerzo, sacrificio y sobretodo orden. Cada jugador estudió su función en la cancha y la cumplió a rajatabla.
Sobre el final llegó el tanto de Lotti que hizo ilusionar al pueblo del Decano. Pero se metió el VAR y Trucco metió marcha atrás. El Canalla se fue al descanso en ganador.
Ya en el complemento el partido que hizo Central fue un déja vu con el de Racing. Los cambios de Tevez no funcionaron e incluso la tonta expulsión de Cholo Benítez (ingresó por Mac Allister) hizo que el Decano se la crea. Algo que nunca sintió hasta ese momento.
Urgido por verse afuera de la pelea por el título, Atlético fue por todo. Era empatar o perder por más goles. Y logró lo primero. Porque Isnaldo le ganó la espalda al bueno de Buonanotte y el pibe Maestro Puch anticipó a todos para hacer delirar el José Fierro.
Pero faltaba algo más. Candia metió la mano y el VAR, siempre atento a la jugada, le marcó a Trucco un claro penal. Carrera, todo un especialista, se hizo cargo pero se encontró con la figura de Servio.
El Canalla aguantó el punto como pudo. Si bien sigue sin ganar (ya van ocho partidos) hizo un partido aceptable. Mucho más en el primer tiempo que en el segundo. Y fue ante un rival que tiene muchas limitaciones, pero que se mezcló entre Boca y Racing en la pelea por el título.
A Central le quedan dos capítulos más en esta historia. Dos chances más de volver al triunfo y cortar la racha. River el domingo con despedida del Monumental de Gallardo. Partido en el cual hasta Tevez le puede dar una mano a Boca en su camino al título. Y el último será con Colón en el Gigante. Pero para eso falta mucha tela por cortar.
