Llegó golpeado a Santiago del Estero. Sólo le quedaba ganar para salir del pozo. Y como casi siempre sucedió en el ciclo del Kily Gonzáléz, el Canalla resurgió. Levantó vuelo, sin brillar demasiado. Pero hizo lo suficiente para gritar victoria. Fue 1-0 ante Central Córdoba con grito de Facundo Almada. Pudo ganar más diferencia, pero Vecchio erró un penal.
Lo importante era cosechar los tres puntos y lo hizo. Para calmar las aguas que venían turbias. Y poder trabajar una semana con una sonrisa.
La primera parte resultó entretenida. Claro está que fue más por errores ajenos que por virtudes propias. Central arrancó con mucho entusiasmo, pero con el correr de los minutos se fue apagando. El local tomó nota y rápidamente le robó el mediocampo. Con ese panorama Ojeda debió correr por todos para tapar agujeros. Así el Ferroviario comenzó a probar a Servio, que siempre respondió con altura, principalmente con un cabezazo que buscaba red de González Metilli.
El Canalla tuvo destellos de fútbol cuando la pelota pasó por Vecchio. Pero el capitán auriazul se quedó sin socios para arrimar peligro al arco del chileno Toselli debido a que Montoya e Infantino estaban más preocupados por defender que por atacar.
De todas maneras la lupa estaba en el rendimiento defensivo. Con la presencia de Komar, en su debut en el Canalla, mejoró un poco el funcionamiento. Al menos el equipo se mostró ordenado en el retroceso, algo que el Kily nunca pudo terminar de aceitar.
En el complemento, Central se mostró más animado. Fue más incisivo. Y tuvo a la pelota parada como aliada. Primera avisó Komar obligando a Toselli a una buena atajada. Hasta que llegó el gol. Cabezazo de Ojeda, tapada del chileno y rebote que capturó el goleador Almada (lleva dos en la copa).
Tras la ventaja el Kily movió piezas. Adentro Yacob, otro que debutó en el Canalla, afuera Martínez Dupuy. Toda una declaración del DT que prefirió, inteligentemente, aguantar la diferencia. La movida le salió bárbara. Central Córdoba no le pudo encontrar espacios para lastimarlo.
El Canalla se animó sobre el final y tuvo en Vecchio la chance de aumentar la diferencia. El Diez se hizo cargo de un penal que le cometió Toselli, pero volvió a fallar. Su remate reventó el travesaño.
En los últimos minutos el local fue a la carga con centros, con más corazón que ideas, pero Servio confirmó su muy buena noche para dejar el arco auriazul en cero.
Gran triunfo canalla en un terreno nada fácil. Sirve de mucho para lo que viene, que si bien es Barracas Central en el Gigante el próximo sábado, el plato fuerte es el clásico de la séptima fecha. Y llegar a esa clase de partidos con el ánimo en alza es vital.