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Central hizo un digno papel pero esta vez lo condenaron los penales

Igualaron sin goles al cabo de los 90 minutos y la definición llegó a través de los 12 pasos. Allí Rinaudo erró la ejecución e Izquierdoz convirtió el suyo. El Xeneize se impuso por 6-5 y gritó campeón

Esta vez no hubo milagro en Mendoza. Central fue competitivo, pero Boca fue más certero en los penales y se quedó con la Supercopa. El Canalla hizo su libreto y si bien terminó apretado en el final, jugó un partido más que digno.

Los primeros minutos del encuentro mostraron rápidamente el plan de uno y otro equipo. Central salió decididamente a esperar al rival. Y hasta se pudo ver algunas marcas personales, como por ejemplo la de Villagra a Reynoso. La única arma en ofensiva fue desde el vamos la pelota parada; ya que cada vez que había un tiro libre, por más lejano que pareciera, Gil la tiraba al área buscando la cabeza de algún compañero.

Boca en tanto trató de asfixiarlo y poner en práctica la buena técnica individual de los jugadores de mitad de cancha hacia adelante. Y en varios pasajes del primer tiempo ni siquiera inquietó a Ledesma.

El partido se hizo cortado, situación que le convenía a la estrategia de Cocca. Tras algunas aproximaciones del Xeneize llegó un buen remate del pibe Villagra que exigió a Andrada.

A partir de allí el Canalla salió del asedio, un poco por voluntad propia y otro porque Boca ya no tuvo tanta posesión, aunque cada vez que la tenía daba la sensación que podía lastimar, pero mostró cierta tibieza a la hora de atacar. Los últimos minutos parecieron correr rápidamente, el juego y en el primer tiempo en Mendoza se jugó poco.

Tras el descanso el encuentro se reanudó de manera diferente. Central se paró unos metros más adelante. Puso la línea de contención más adelante y complicó cualquier intención de juego colectivo que podía llegar a intentar su rival.

Un rival que como en casi toda la noche sólo esperaba alguna jugada individual, porque desde lo grupal fue muy tibio. Pero con el correr de los minutos Boca se hizo sentir en ofensiva. Villa le ganó siempre a Parot. El Canalla comenzó a flaquear en la defensa y el equipo de Alfaro empezó a tener chances claritas de gol.

Con quince minutos para el final Boca lo arrinconó al Canalla en su campo. El Xeneize mereció gritar campeón en los noventa minutos. Pero el travesaño y los dos palos se lo impidieron.

Rapallini, de correcto trabajo, pitó el final y el campeón se tenía que ganar el título desde los doce pasos. Ahí, tras convertir los primeros diez penales, Andrada le ganó el duelo a Rinaudo para dejarle la definición a Carlos Izquierdoz. El defensor anotó su penal y Boca logró, en su cuarta final, la Supercopa que se le había escapado ante Arsenal, San Lorenzo y River.

Central no logró el objetivo y ahora deberá pensar en su futuro. No tiene margen de error. Lo saben todos. La dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores.

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