Alarmante. Central jugó su peor partido en esta Superliga y cayó 3-0 en La Plata ante Estudiantes. El equipo de Diego Cocca fue superado en todas sus líneas por un rival que mostró como virtudes pragmatismo, simpleza y orden. Con eso le bastó al Pincha para aprovecharse del difícil momento que viven los auriazules, que sumaron la segunda derrota consecutiva y arrastran nueve sin ganar en estas once fechas.
A ese contexto desfavorable hay que agregarle que los de Arroyito siguen metidos en la zona roja de la tabla de promedios. En ese sentido también desaprovecharon el revés de Aldosivi, rival directo en la pelea por la permanencia, que en el arranque de la jornada perdió ante Godoy Cruz.
Fue muy pobre lo de Central. Y se reflejó en todas las facetas de juego. Con la pelota fue un equipo predecible, carente de conductor, sin ideas ni profundidad. Recién gestó la primera chance clara a los 32 del segundo tiempo, cuando ya perdía 2-0. Y sin la pelota fue muy light, no mostró intensidad para recuperar, muchas veces retrocedió mal y cometió errores conceptuales básicos tanto para ocupar espacios como para interrumpir circuitos de juego rival.
Desde el arranque de partido el Canalla se mostró como un equipo vulnerable. A los habituales problemas de generación en ofensiva, le agregó defectos defensivos. Entre los principales, entregó espacios y facilidades a Gastón Fernández, que le permitieron convertirse en el jugador más desequilibrante del Pincha. Además, fue inconsistente por las bandas, especialmente por la que intentó cerrar con poco éxito Nahuel Molina. En este contexto, mostrando apenas un puñado de virtudes, a Estudiantes le alcanzó para irse al descanso 1-0 gracias al gol del colombiano Edwar López.
La paupérrima puesta en escena de los auriazules en el primer tiempo se profundizó en el complemento. Apenas se habían jugado 5 minutos y el local sacó máximo provecho de las ventajas que otorgó el Canalla. Y lo hizo a través de un remate de media distancia ejecutado por Facundo Mura, sin marca alguna.
Lejos de reaccionar, Central se hundió en su impotencia. Cocca movió el banco, tarde, y tampoco encontró grandes respuestas en los que ingresaron. El equipo se adelantó en el terreno en búsqueda del descuento. Y entregó espacios para la contra de los platenses. En una de ellas, que tuvo ribetes a jugada de entrenamiento, cuatro jugadores de Estudiantes atacaron contra tres defensas de Central. ¿El resultado? Gol de Matías Pellegrini, 3-0 y pleito definido cuando quedaban tres minutos.
Fue la peor derrota de Central en el torneo, por la forma, por la falta de reacción de los jugadores, por cómo se fue desdibujando el equipo, por el momento. Fue una caída que entregó sensación de ciclo terminado para Diego Cocca. Algo que puede darse el próximo sábado si el canalla no derrota a Godoy Cruz en el Gigante. Y todo esto, en el marco de la presión que sigue metiendo al canalla el no poder salir de la zona roja de la tabla de promedios. Pasaron once fechas, y Central todavía no pudo arrancar como equipo con la firmeza que requiere esta coyuntura.
