Las tres ausencias fueron un agravante inconmensurable para Central, que extrañó horrores a Gastón Avíla, Emiliano Vecchio y Lucas Gamba y se trajo un inapelable 1-4 de su excursión a Córdoba. Pero más allá de la nostalgia que mostró el equipo hacia los que no estaban, lo que sí estuvieron hicieron un muy flojo partido. El equipo del Kily González no hizo casi nada y perdió muy bien ante Talleres, el justo puntero que tiene el campeonato del fútbol argentino.
Central jugó uno de los peores primeros tiempos del torneo y tuvo fallas en todas las líneas. Sufrió el partido y por momentos lo padeció. Talleres lo vapuleó, impuso condiciones y le alcanzó un tiempo para liquidar el pleito. Y cuando el rival, en el complemento, le dio la chance de poder meterse en partido, apareció un Néstor Pitana que junto con sus asistentes falló en decisiones puntuales.
Jugadores de bajo nivel, sustitutos no estuvieron a la altura y futbolistas que agudizaron el mal desempeño que vienen mostrando. Todo esto fue un combo mortal para las aspiraciones futbolísticas con las que el Canalla salió a jugar en el Mario Alberto Kempes.
Un primer tiempo para el olvido donde el local hizo lo que quiso. Tal es así que si esa etapa terminaba por una diferencia mayor no hubiese ido en contra de la lógica. Talleres le ganó en todos los sectores y la única mueca de alegría que tuvo el Canalla fue en los pies de Alan Marinelli, que marcó en tiempo de descuento luego de una floja salida de Herrera. Ese gol del 7 en la única vez que el equipo del Kily remató al arco en 48 minutos.
Párrafo aparte para aquellos jugadores que junto al autor del gol les tocó jugar de titular. Nicolás Ferreyra falló en defensa y a Francesco Lo Celso le quedó grandísimo el traje de conductor y generador de fútbol. Y el segundo es para el encuentro que hicieron Diego Zabala y Luciano Ferreyra: ambos volantes fueron una sombra y jamás pudieron hacer pie en la cancha. Una muestra de ello fue que ninguno de los dos salió a jugar el complemento.
Para la segunda parte el Kily introdujo a Infantino y a Martínez Dupuy: el mexicano se paró junto a Ruben y de esta manera Marinelli retrocedió por su sector. Antes de los diez minutos el rival se quedó con uno menos por la segunda amarilla de Pérez (mal expulsado) e instantes más tarde Pitana anuló el tanto de Infantino por posición indebida de Ruben (estaba habilitado). Para colmo la T aumentó el marcador con un tanto que debía haber sido anulado por posición adelantada y mano. Ahí terminó el partido.
Central jugó uno de los peores primeros tiempos del ciclo, un desempeño similar al que tuvo contra Bragantino en el Gigante. Si bien en el complemento mejoró un poco, fue más porque lo dejó el rival que por mérito propio. Una tarde para el olvido, donde el Kily se trajo mucha tarea y el Canalla hipotecó las chances de jugar Sudamericana el año que viene.