Central salió dormido al segundo tiempo y Lanús lo madrugó. Tras una buena jugada de Marcelino Moreno, José Sand aprovechó una desinteligencia en el fondo canalla y fusiló a Ledesma para marcar el 1 a 0 parcial. Pocos minutos después llegó un tiro libre de Rius para que Caruzzo de cabeza establezca el 1 a 1 definitivo. El equipo de Cocca fue superado en la segunda etapa pero mantuvo el empate y se trajo un punto del sur.
En un primer tiempo parejo, el equipo de Cocca tuvo sus chances pero no pudo concretar. Riaño tuvo la más clara sobre el comienzo y dejó pasar la posibilidad de ponerse en ventaja temprano. Lanús fue creciendo y arremetió de contra con su poderío ofensivo. El canalla necesita los tres puntos para salir de la zona de descenso.
El fútbol no es una ciencia exacta. No siempre hacer algo de manera correcta entrega el resultado esperado. Y otra veces, sin esforzarse demasiado, hay equipos que consiguen rédito aunque la lógica del merecimiento estuviese lejos de esa cosecha de puntos obtenida.
La matemática, en cambio, sí es precisa. No admite segundas lecturas, su certeza es absoluta, irrefutable. Y en una temporada donde la calculadora forma parte de la vida canalla, hacer cuentas es inevitable. Y si bien hay cuestiones futbolísticas que a veces entregan un mensaje más optimista, por ahora los números no dan. O en realidad necesitan una mejoría importante.
Central no perdió en la presente Superliga. Y esa debería ser una situación de alivio en la lucha por no descender. Pero acumula 6 empates al hilo, y si bien ese resultado no entrega una mala sensación, a la hora de sacar la calculadora, el 33 por ciento de los puntos es poco.
Hoy la parada es brava. Lanús arrancó con la tabla de promedios apremiando. Y también lleva seis partidos sin perder. Pero la diferencia es que ganó cuatro, y por eso los números le dan mejor. Mucho mejor. Aunque este pequeño alivio no le permite relajarse, porque en la lucha de abajo, cualquier bajón te manda de nuevo al fondo.
“Partido de seis puntos”, lo denominan los futboleros. Porque ganar le quita chances de sumar al rival. Para los matemáticos, en cambio, vale tres como cualquier otro.
Lejos del frío de los números, hay otra realidad, la futbolística, y ahí Central transita el torneo entre algún distinguido, varios regulares, otros aprobados o aplazos. La última prueba, ante Racing, fue tal vez la mejor presentación del torneo, y no fue victoria por la ineficacia, el azar o el arquero Arias. Pero a los ojos fue más que interesante, y repetir producciones similares seguramente mejorará los números, aunque es fútbol y no matemática.
Estar o no entre los tres peores promedios es sólo una foto del momento. El triunfo de los santiagueños lo puso de nuevo al Canalla en la zona roja. Y el alivio duró poco.
Central no está para abanderado, pero tampoco para llevarse previas. Aún queda mucho recorrido y distraerse en una cuenta o angustiarse por una foto que a nadie le gusta, puede hacer perder la complejidad del problema. El Canalla debe sumar de a tres. Lo pide la tabla, también la tranquilidad de Cocca. Porque depender de las cuentas de los otros es demasiado riesgo.