Por: Enrique Genovar
El día después de la victoria de Central ante Tiro Federal se vivió con mucha tranquilidad y el mayor exponente de ese estado de ánimo fue Luciano Figueroa. El goleador canalla tuvo un partido vertiginoso y convirtió los insultos en aplausos en menos de un segundo. Ya que a diez minutos del final del partido Figueroa convirtió de penal la única emoción de la calurosa tarde-noche en el Gigante de Arroyito.“La pelota pesaba mucho y el arco se achicó a la mitad”, reconoció Lucho tras el encuentro ante los Tigres.
Al ser consultado sobre si era él el encargado de patear el penal, el goleador explicó: “El día anterior nos habíamos quedado a patear. Y yo era el designado. En el momento de la infracción le pregunté al Kily si él lo quería patear. Él me dio la confianza para que lo hiciera yo”.
El sábado fue la primera vez que Figueroa patea un penal en el fútbol argentino. Hasta el encuentro ante Tiro Federal, Lucho solamente había pateado y convertido desde los once pasos en su paso por el fútbol mexicano jugando para el Cruz Azul.
El goleador canalla también se tomó algunos minutos para analizar el juego que desplegó Central en la victoria del sábado. “Tiro se metió atrás y no nos dio espacios, por esto se hizo muy complicado”. Además agregó: “La forma no se si convenció mucho, pero se ganó y eso es lo importante”.
—¿Ya habías elegido previamente el lugar donde ibas a patear o lo decidiste en el momento?
—Lo habíamos entrenado en la semana y siempre que elegí patear como lo hice en el partido pude convertir. Por eso no dudé y elegí cruzársela al arquero.
—¿Por qué no festejaste el gol?
—En el momento no se medio por ir a festejarlo. Me abracé con el Loco (Cristian González) y el Pulpo (Diego González). Le agradecí a mis compañeros que son los que me apoyan constantemente.
—En la semana al entrenador no le tembló el pulso y lo sacó el Kily. Cuando ingresó en el segundo tiempo jugó bien.
—Fue muy importante su ingreso en el segundo tiempo. Con él agarramos la pelota y tuvimos un poco más de juego. Estaba muy contento por mí. Él me apoya siempre y el penal se lo dedico a todos mis compañeros.
—Por primera vez en lo que va del campeonato los hinchas le recriminaron la “falta de actitud” y en el segundo tiempo hubo murmullos en contra tuya. ¿Los sentiste?
—Sí se siente. Obviamente que a los delanteros siempre se les pide goles. Yo entiendo a la gente y trato de poner los huevos. Después si uno no convierte son circunstancias del partido.
—¿Creés que el gol va a servir para comenzarte a reencontrarte con los hinchas?
—El objetivo es volver a tener regularidad. Uno se reencuentra con los hinchas cuando le rendís dentro de la cancha. Yo tuve buenas y malas. La vez anterior tuve buenos y malos partidos, no fue todo bueno. He recibido insultos y hay que hacerse hombre. Cuando uno rinda dentro de la cancha, me voy a reencontrar con los hinchas.
—Desde que llegó Héctor Rivoira hubo muchos cambios y de tres partidos ganaron dos. ¿A qué se debe este presente?
—Es de todo un poco. Hubo cambios, pero los jugadores somos los mismos. Esperemos ganar el próximo partido para meternos en el lote de los punteros.
—¿La infracción que derivó en el penal fue dentro o fuera del área?
—Yo no la ví. Escuché después que dijeron que era afuera.
—Igual no daba para ir a preguntarle al árbitro si el penal estaba bien cobrado.
—(Se ríe). Obvio, yo fui a buscar la pelota y listo.