Cuando Central quedó eliminado de la Copa Sudamericana, el objetivo del plantel canalla fue lograr los puntos necesarios para ganarse una plaza para un torneo internacional 2025. Pero los resultados en la Liga Profesional no acompañaron ese deseo. A falta de 27 puntos en juego, el elenco de Arroyito se ubica en el puesto 20 en la general con 38 unidades. El último entrar es Independiente (está décimo) con 48.
Esa cifras condenan a Central a la probable chance de quedarse sin copa para 2025. Para certificar esta hipótesis cabe destacar que de las nueve fechas que restan, cinco las jugará como visitante, condición en la cual el Canalla acarrea muchos problemas para ganar desde casi dos años. Pero no solamente eso, sino que también debe jugar en Córdoba ante Instituto, en Mendoza con Independiente Rivadavia, en Santiago del Estero con Central Córdoba, en La Plata con Estudiantes y en el Monumental con River. Escenarios muy difíciles. Los otros cuatro partidos los disputará en el Gigante: Barracas Central, San Lorenzo (vuelve Miguel Russo), Racing y Belgrano.
El Canalla no solamente deberá sumar muchos puntos, sino que también dependerá de otros resultados y de la suerte que tendrán los equipos argentinos que áun cuentan con chances de ganar la Libertadores (River) o la Sudamericana (Racing) porque así quedarían dos cupos liberados ya que el Millo y la Academia están en puestos coperos en la general. También hay que descartar el campeón de la Liga Profesional (Vélez, Huracán y Talleres son los candidatos más firmes) y el que se coronó en la Copa Argentina (Boca, Gimnasia, Vélez, Huracán o Central Córdoba). Hay que aclarar que el Lobo o el Ferroviario no ayudarían mucho si salen campeones porque no están clasificando a ninguna copa y no habría corrimiento de lugares.
De todas maneras el enemigo de Central para cumplir con el objetivo es el propio Central. Desde la eliminación en Brasil apenas sumó 8 puntos de los 27 en juego. Derrotó a Atlético Tucumán y Vélez, empató con Talleres y Banfield y perdió con Boca, Platense y Defensa. Pero lo más preocupante es que el equipo no da pasos para adelante en cuanto al funcionamiento colectivo. El Canalla juega por momentos muy mal, por otros mal y en pocas ocasiones lo hace moderamente bien. La victoria ante Vélez fue una excepción total de esta mini racha.
Quedan nueve fechas por jugarse y no hay mucho margen para Central, que deberá sumar mucho de acá al final del torneo para cumplir con el objetivo. Los últimos partidos no invitan a ilusionarse, pero es cuestión de cambair en serio y empezar a ganar.