Otra vez nada. Quinta derrota al hilo. El muleto del Kily no dio la talla ante un rival de jerarquía y que manda en la tabla de la Liga Profesional de Fútbol. Central volvió a jugar mal. Algunos futbolistas mostraron un desempeño de muy bajo nivel. Nuevamente el Canalla volvió a pagar caro la participación en la Copa Sudamericana.
Un partido que solamente dejó como positivo algunos destellos de Michael Covea y el desparpajo del juvenil Julio Luques. Lo que sí, el partido dejó muchísimos interrogantes de cara al futuro en el torneo. Y ni hablar de que, si no consigue dar vuelta la serie ante Bragantino llegará al Clásico de muy mala manera.
Fue muy flojo lo que hizo Central ante Independiente. Un equipo que careció de un conductor y que volvió a tener horrores a la hora del retroceso. Una muestra de la carencia de este equipo que puso el Kily en cancha fue que el primer remate al arco fue a los 43 minutos de juego.
El rival hizo lo que quiso. Manejó la pelota a gusto y placer. Aprovechó las ventajas que le dio el local y varios de los jugadores de mitad de cancha hacia adelante se florearon en cada una de las acciones.
Dentro de la pobrísima producción que tuvo el Canalla lo únio para destacar fue la presentación del ex Táchira y el correcto partido de Luques, quien jugó por primera vez como titular. El venezolano demostró que sabe con la pelota en los pies y siempre trató de dársela a un compañero. En cuanto al volante central no le pesó para nada la responsabilidad que le dio el entrenador de ponerlo como titular; casi siempre estuvo bien ubicado y hasta pateó al arco.
Para el aplazo fue el partido que tuvieron muchos jugadores. En defensa el paraguayo Garay mostró hasta dificultades técnicas a la hora de desempeñarse. Al sanlorencino Franco le costó horrores la marca. En la mitad de la cancha Sangiovani solo mostró ganas y Lo Celso tuvo una displicente noche.
Después de un primer tiempo para el olvido el Canalla salió a jugar sin modificaciones el complemento. Y la historia, como era lógico, no cambió en nada en los primeros minutos. Tras el primer cuarto de hora el Kily intentó con un triple cambio reformar la ecuación de lo que estaba sucediendo dentro de la cancha y el rendimiento del equipo varió. Es que Marinelli, Giaccone y especialmente Russo ingresaron de buena manera. Tal es así que sin merecerlo por el trámite del encuentro se pudo a tiro de partido con el primer gol de Nacho en la máxima categoría.
Más allá de esto, Central continuó jugando sin una clara idea de juego y el rival, más allá de lo ajustado del marcador, transitó con tranquilidad los minutos que restaban hasta el final del partido, salvo sobre el final cuando el Canalla con más enjundia que ideas intentó rescatar un punto.
Párrafo aparte para lo que sucedió en el primer gol de Romero. Infantino fue a disputar la pelota a la mitad de la cancha y terminó en el suelo. Todo Central se quedó parado pidiendo infracción, que dio la sensación que no hubo, allí Independiente metió la pelota a espaldas de Torrent y Velasco dibujó en el área y tras dejar en el piso a Fatura asistió al goleador que no falló. El karma de los arbitrajes polémicos que viene teniendo a lo largo del torneo se hizo presente otra vez y el nerviosísimo se apoderó de todo Central, situación que no le vino para nada bien y que recién le dejó paso a la tranquilidad con el pitazo de mitad de juego.
Otro paso en falso dio el Canalla en el torneo. Otra derrota que no hace más que acrecentar el mal presente de este equipo, al cual no lo reforzaron de manera correcta para la doble competencia. Un Central que solamente sumó tres puntos de 18 posibles, una realidad angustiante en el torneo local y ahora se viene el Clásico. Claro que antes tendrá a Bragantino por la Sudamericana, el gran objetivo de este semestre.
