Deslucido, opaco, desprolijo, pobre, anodino. Cualquier adjetivo calificativo de los nombrados describe a la perfección el empate entre Central y Atlanta. La misma solidez de siempre y la falta de juego que viene exhibiendo el Canalla, desde que comenzó el torneo, se hicieron presentes una vez más en la mañana gris de Villa Crespo.
El empate fue justo, ninguno de los dos mereció perder y mucho menos quedarse con la tan ansiada presea de los tres puntos.
Los primeros minutos del encuentro encontró a un Central desconectado en todas sus líneas; algo que el Bohemio no supo aprovechar y fue el prólogo de lo que serían noventa minutos de un pálido juego.
La primera parte fue imprecisa y con mucho vértigo en la mitad de la cancha. Demasiada lucha en todos los sectores. Y en esa confusión Nahuel Valentini, en la última línea, hizo que la ausencia de Talamonti no se sintiera.
El mediocampo fue lo peor que tuvo el Canalla en el primer tiempo; si bien Mozzo y Alderete estuvieron a la altura de las circunstancias a la hora de luchar, nunca fueron finos para la distribución. Esta situación, más el pobre partido de Lombardi y Ricky Gómez hicieron que en toda la primera parte, los delanteros no dispongan de una sola jugada para poder convertir.
El flojo partido de Gómez tuvo un atenuante, el tucumano estuvo toda la semana con fiebre y eso se notó. Pero el rendimiento del volante uruguayo no tiene ningún paliativo y solamente el capricho del entrenador en ponerlo en estos tres partidos justifica la presencia de Lombardi, quien ni siquiera demostró su pegada en el mediodía de ayer.
Ya en el complemento, Central se paró unos metros más adelante. Esto generó que el local retrocediera en el campo, ya que no tenía armas para tratar de lastimarlo, más allá de algún intento de los movedizos hermanos Soriano, principalmente de Abel.
Los ingresos de Costa y de Carrizo, esta vez, no le pudieron cambiar la cara al equipo y nunca fueron asistidores de los delanteros que tuvieron un gran desgaste a la hora de presionar, pero no así para inquietar al arquero LLinás.
La única jugada de riesgo a favor del Canalla fue a través de un cabezazo de Medina que se fue cerca del palo derecho. Más tarde Abel Soriano definió desviado ante el achique de Fatura en el primer palo. Poco, muy poco.
El empate ante Atlanta no fue del todo negativo. Habrá que mejorar muchas cosas de cara al futuro, pero como balbuceó ayer algún que otro hincha de Central camuflado “El año pasado a estos partidos los perdíamos.”
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