“Dar vuelta la página”, “cambiar el chip”, “dejar de ser un equipo con dos caras”… Tras la victoria copera ante Godoy Cruz, distintos protagonistas del plantel de Central fueron entregando frases vinculadas a la “bipolaridad” que viene mostrando el Canalla en este semestre. Es que, más allá del funcionamiento exhibido, el equipo ha conseguido resultados importantes en Copa Argentina, en la cual aparece instalado en la semifinal. Pero todavía no pudo sumar de a tres en la Superliga y eso que ya se llevan disputadas seis fechas.
Y si bien es difícil puntualizar los motivos que permitan entender esta realidad, los números son contundentes. En este segundo semestre de 2017, los auriazules ganaron los tres cotejos que jugaron por la Copa, ante Deportivo Riestra (2 a 1), Boca Juniors (1 a 0), y Godoy Cruz (3 a 2). Pero apenas sumaron 3 puntos sobre 18 posibles en el torneo local, con tres empates (Colón, San Lorenzo y Temperley), y tres derrotas consecutivas, padecidas en las últimas presentaciones (Banfield, San Martín de San Juan y Argentinos Juniors).
Y esos resultados se dieron utilizando, prácticamente, los mismos jugadores para las dos competencias. Es decir, Paolo Montero no preservó futbolistas pensando en darle mayor trascendencia a uno de los dos torneos mencionados. Sin embargo, el equipo consiguió mejores resultados en la Copa que en el torneo local.
Un mal conocido
De todos modos, esta coyuntura no es nueva para el Mundo Central. Algo similar se vivió en la temporada pasada, cuando el equipo que dirigía el Chacho Coudet buscaba alcanzar la final de la Copa Argentina. Trazando un paralelo con lo sucedido hace un año, también queda a la vista que los auriazules tuvieron complicaciones para ganar partidos por el torneo local mientras atendían la Copa.
Durante 2016, desde que ganó su partido de Copa por octavos de final ante Deportivo Morón en Salta (2 a 0) hasta disputar la final ante River en Córdoba (3-4), el Canalla jugó 10 cotejos por el torneo local, en los que sólo consiguió 1 triunfo y 5 empates, y padeció 4 derrotas. En puntos, fueron 8 obtenidos sobre 30 en juego, lo que representa apenas un 26,66 por ciento de eficacia.
Actualmente, luego de vencer a Deportivo Riestra por los octavos de final de la Copa, y en tránsito hacia la semifinal, Central protagonizó 5 partidos, con 2 empates y 3 caídas. Por lo que apenas consiguió 2 unidades sobre 15 en disputa. ¿La eficacia? Sólo el 13,33 por ciento, exactamente la mitad respecto de la temporada anterior.
Ahora, antes de jugar las semifinales de la Copa Argentina ante Atlético de Tucumán, el equipo de Paolo Montero tendrá dos partidos por delante para mejorar estos números. Y si avanza a la final, contará con uno o dos encuentros más.
¿Contará el Central del uruguyo Paolo Montero con la capacidad de recuperar terreno en el torneo local? ¿Podrá cambiar el chip o dar vuelta la página, como señalan públicamente los mismos protagonistas? El lunes que viene, en Victoria ante Tigre, el Canalla tendrá la primera posibilidad de llevar los dichos a los hechos.