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Peleó el torneo y la copa hasta el final

En su primera temporada como entrenador, Coudet superó las expectativas y el Canalla fue protagonista.

La primera temporada de Eduardo Coudet como técnico superó todas las expectativas. Rosario Central peleó por el título en forma simultánea en dos competencias. Algo que no había conseguido en toda su historia. Y si bien el Canalla finalmente se quedó con las manos vacías, lo hizo hasta las últimas instancias.

En este contexto, el haber clasificado para jugar la próxima edición de la Copa Libertadores tiene sabor a poco. Sin embargo, los auriazules volverán a participar del torneo más importante de clubes de América tras diez años de ausencia.

Entre los méritos del Chacho, aparece el haber sabido transmitir rápidamente una forma de juego, identificada con la historia del club. Pero también, el armado del plantel.

El DT se movió con inteligencia en el mercado, y consiguió repatriar a Cristian Villagra, César Delgado y Marco Ruben. Además, en el libro de pases de mediados de año, logró sumar a dos futbolistas que rindieron en gran forma: Javier Pinola y Macelo Larrondo.

Los números de la campaña fueron notables. Tanto en el campeonato de primera división como en la Copa Argentina, competencia en la que perdió la final con Boca Juniors en Córdoba (ver página 19).

En el torneo local, Central fue tercero en la tabla de posiciones, sumando 59 puntos, lo que representa más del 65 por ciento de lo que hubo en juego en las 30 fechas del torneo. Además, el de Coudet fue el equipo que menos partidos perdió en todo el campeonato, con sólo tres caídas (River, Quilmes y Banfield), todas en condición de visitante.

El de Arroyito fue también el segundo mejor equipo en producción de visitante, sólo por detrás del campeón Boca. Central sumó 29 puntos, y el Xeneize uno más: 30.

Mientras que jugando en casa, el del Chacho fue el único equipo que no perdió durante todo el certamen. En 15 juegos disputados en el Gigante, los auriazules lograron 8 triunfos y 7 empates.

Con 47 goles, el Canalla fue el tercer equipo más anotador del campeonato, sólo por detrás de Boca (49) y River (46).

En lo defensivo, en tanto, con los 26 tantos recibidos el del Chacho fue uno de los 5 conjuntos que menos goles sufrió en su valla.

El Chelito pide revancha

La expectativa que había depositado el hincha de Central en su regreso no fue cubierta. César Delgado estuvo lejos de parecerse al Cheito, aquel que conformó dupla goleadora con Lucho Figueroa hace más de diez años.

El propio Delgado reconoció haber su floja temporada al admitir el sentimiento de deuda con la gente del Canalla. Y por eso pidió revancha a la dirigencia, acordando un nuevo contrato a préstamo por seis meses más.

El Chelito disputó 19 encuentros, 18 por torneo y 1 por Copa Argentina; pero fue titular en 14. Dueño de un par de asistencias, el primer gol de Delgado, único de la temporada, llegó en la última fecha, en el triunfo ante Boca en Arroyito.

Ruben, el  gran goleador

Fue la gran figura del torneo. Con 24 goles, Marco Ruben apuntaló la muy buena campaña del equipo de Eduardo Coudet.

Pero lo de Ruben no sólo pasó por las conquistas. El capitán del equipo, mostró un alto nivel de juego. Y se hizo sentir siempre, ya sea a la hora de defender, liderando la presión sobre la salida rival; como a la de buscar el arco de enfrente.

Otro dato que resalta la importancia del delantero en el equipo está vinculado a las presencias. Ruben estuvo en cancha en 35 de los 36 encuentros que disputó el Canalla en la temporada. Y fue titular en 34 de esos juegos. Además, sólo fue reemplazado en 5 partidos antes de que finalicen los 90 minutos.

Llegó a la final, pero…

Uno de los hechos más destacados que tuvo el Canalla en el año fue haber jugado la final de la Copa Argentina por segundo año de manera consecutiva. Así, el equipo del Chacho no sólo fue protagonista en el torneo de 30, sino que llegó al partido decisivo del segundo certamen en importancia que disputó.

Claro que la final de la Copa, frente a Boca, dejó un sabor amargo en el ‘mundo’ canalla. Primero por la derrota (0-2) y luego por la tarea de Diego Ceballos que lo terminó perjudicando en el duelo decisivo.

Pero sin dudas, el Canalla fue un gran animador de la competencia. Jugó seis encuentros en los que dejó en el camino a rivales como River, Estudiantes y Racing; además de Deportivo Riestra y Ferro.

La final disputada en el Mario Alberto Kempes también quedó en el recuerdo por la cantidad de hinchas canallas que viajaron hasta Córdoba: 25 mil.

El camino de la Copa comenzó en Junín; allí Eduardo Coudet decidió poner en cancha un equipo alternativo y le ganó a Riestra 3-1 (Montoya, Aguirre y Niell). Luego, en los 16avos, el Canalla se impuso a River por 2 a 0 (Ruben y Aguirre). Ya en octavos, le ganó a Ferro por penales (5-3) tras haber igualado 0 a 0 en tiempo reglamentario. En cuartos de final dejó en el camino a Estudiantes tras ganarle 2 a 1 (José Luis Fernández y Ruben) y en el escalón previo a la final se impuso a Racing por 1 a 0 (Ruben).

Ya en la final y tras haber finalizado el primer tiempo 0 a 0 se vio claramente perjudicado por Ceballos quien cobró adentro del área una falta de Paulo Ferrari a Gino Peruzzi que había sido afuera. Lodeiro cambió por gol el penal y el partido quedó desnaturalizado. En los minutos finales, Boca marcó el segundo en clara posición adelantada y así el Canalla se quedó con las manos vacías.

Central jugó la final de la Copa Argentina y así cumplió uno de los objetivos trazados por el plantel y cuerpo técnico a inicios de la temporada.

La jerarquía de Javier Pinola

El “refuerzo” de mitad de temporada. Javier Pinola fue sinónimo de jerarquía. Su participación en el equipo potenció al resto, y el concepto no sólo se vincula al aspecto defensivo.

El zurdo ex Nürenberg de Alemania se adaptó de inmediato. Hizo dupla con Alejandro Donatti en la zaga, y ya no salió. Marca, anticipo y juego, el fundamental aporte de Pinola para el crecimiento del equipo.

De los 20 partidos del segundo semestre, Pinola disputó 19, todos ellos como titular, y nunca lo reemplazaron. Apenas llegado al club, sólo se ausentó en el juego ante River en San Juan, por la Copa Argentina.

Con Pinola en cancha, el Canalla ganó 11 encuentros, empató 5 y perdió apenas 3.

Un zurdo llamado Cervi

Mostró algunos destellos en el cierre de la temporada pasada, cuando el técnico interino Hugo Galloni lo incluyó como titular. Pero no hay dudas de que Franco Cervi pisó fuerte en la primera canalla de la mano de Coudet.

El primer semestre del zurdo de 21 años fue notable. Marcó 4 goles y siempre se exhibió como una de las piezas desequilibrantes del equipo de Arroyito. Su gran irrupción en el fútbol argentino no pasó desapercibida en el exterior. Por eso, no llamó la atención que el Benfica se quedara con su pase a mitad de año, a cambio de unos 5 millones de dólares.

En la temporada, sumó 31 encuentros y marcó 5 tantos.  Pero más allá de los números, su primer semestre fue más productivo que el segundo.

Larrondo, el socio del gol

Durante el segundo semestre, Marco Ruben encontró un gran socio en la delantera: Marcelo Larrondo. Se entendieron rápidamente, y conformaron una dupla de ataque temible.

Después de hacer un primer semestre sin demasiado brillo en Tigre, Larrondo llegó a Central como refuerzo. Y no necesitó adaptación. Se instaló en el once titular a base de goles, y Coudet ya no lo movió hasta el final.

Buen juego aéreo, y un manejo de a pelota impropio para un futbolista de más de 1,90 metro de altura, fueron algunas de las cualidades que exhibió Larrondo en el Canalla.

El grandote disputó 14 encuentros, 10 por el torneo y 4 por la Copa Argentina, y fue titular en 11 de ellos. Con la casaca auriazul, Larrondo anotó 6 goles, todos por el campeonato de primera división.

LO CELSO, LA REVELACIÓN

Tras la aparición de Franco Cervi, en el arranque de la temporada, era difícil imaginar que irrumpiera otro talentoso juvenil en primera. Pero Giovani Lo Celso lo hizo. Desde su debut con Vélez, en los albores del segundo semestre, el volante de 19 años sumó méritos para ganarse la titularidad. Buen manejo, gran visión del juego, y notable capacidad para asistir a los delanteros, virtudes que mostró Lo Celso para convertirse en manija del equipo. En los 16 partidos que jugó, 9 de ellos como titular, no consiguió marcar goles. Y vio una roja. Fue en la semifinal de Copa Argentina ante Racing, en Salta. La que le impidió estar en la final frente a Boca.

NERY, DE MENOR A MAYOR

Empezó la temporada fuera del equipo. Pero cuando tuvo su oportunidad, no la desaprovechó. Nery Domínguez terminó el año como titular indiscutido, y dueño de los tiempos del Central de Coudet. Desde que hizo pie entre los once, Domínguez se acomodó a las necesidades de cada momento. Primero, jugando como doble cinco junto a Damián Musto. Luego, como único volante central, sumando responsabilidad en la recuperación, pero son dejar de lado la distribución, el famoso primer pase del equipo. Desde la quinta fecha, ante Temperley, Nery sumó 27 partidos en la temporada (24 como titular), 21 por el torneo local y los 6 de la Copa Argentina. Además, anotó dos goles.

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