Central interrumpió su levantada ante Estudiantes. El Canalla fue superado por un rival práctico, que supo sacar provecho de gruesos e infantiles errores. Ayer en cancha de Quilmes, los auriazules habían logrado lo más difícil, convertir un gol y empezar derrotando al líder del torneo. Pero los groseros yerros cometidos en acciones puntuales fueron la principal razón por las que el equipo de Coudet regresó a Rosario con las manos vacías.
Para colmo, el saldo negativo se potencia de cara a lo que viene teniendo en cuenta que Giovani Lo Celso fue expulsado y que Walter Montoya se retiró lesionado. Por lo que Gio se perderá el Clásico y el Chaqueño quedó en veremos.
Arrancó mejor Estudiantes, pero a Central le llevó 15 minutos emparejar las acciones. Y lo hizo desde el buen pie en la salida de Martínez, pasando por la movilidad de Camacho y Montoya, y del criterio de distribución de Lo Celso. A partir de esta situación el Canalla encontró un rápido premio: el gol de Montoya, en complicidad con el arquero Losada.
Pero después de hacer lo más difícil, quebrar a un sólido rival, Central no supo sostener la ventaja. El local lo empujó y generó situaciones de pelota parada; y a la salida de un córner erró Sosa y Damonte, de cabeza, marcó el empate. Diez minutos después se equivocó Camacho y Burgos cometió penal que Viatri cambió por gol. Así el Pincha lo dio vuelta.
Para el complemento Coudet apostó por los ingresos de Colman y Herrera. Y en el arranque el equipo se vio revitalizado. Y en la primera acción seria encontró en empate en los pies de Ruben. Pero otra vez volvió a pecar el Canalla y en otro córner en contra le quedó la pelota a Sánchez para adelantar otra vez al Pincha en el marcador.
En desventaja Central lo siguió buscando, pero enseguida llegó la expulsión de Lo Celso y el equipo quedó desequilibrado. A Estudiantes le faltó inteligencia para liquidarlo y al Canalla no le alcanzó con su vergüenza para empatarlo.