Este jueves por la tarde en el Salón Centenario del Gigante de Arroyito, Central presentó el “Protocolo de prevención y actuación para el abordaje de situaciones de violencia y discriminación basada en el género de la persona, orientación sexual, identidad y expresión de género”.
Rubí del Mar fue la encargada de comenzar la presentación. Ella, estudiante de locución del ISET 18, es la primera mujer trans en presidir un centro de estudiantes. También estuvieron dirigentes de Central y socios y socias que se hicieron presentes en el salón que se encuentra debajo de la platea del río.
Guillermo Hanono, secretario general del club, dirigió unas palabras y luego habló Carla Pecorini, que forma parte del secretariado de género del club de Arroyito. También Leonardo Campos como parte de la subcomisión de diversidad sexual y Fabiola Porfini, integrante de la secretaría de genero.
La creación de dicho protocolo es por demás de novedosa, a nivel provincial y nacional, teniendo en cuenta que muchas veces -por no decir en su generalidad- el fútbol mira hacia un costado ante diferentes problemáticas sociales. Sin embargo, desde hace unos años, diferentes instituciones deportivas comenzaron a involucrarse. Y Central fue una de ellas.
La confección del mismo es resultado del trabajo de la Secretaría de Género del club de Arroyito, con la colaboración del Instituto Municipal de la Mujer, institución con la que el Canalla hace tiempo viene trabajando puertas adentro sobre la concientización de la violencia de género. Ahora, eso que comenzó en forma de talleres, se transformó en un protocolo de prevención y actuación, que se aplicará en todos los espacios físicos del club y sus dependencias o anexos, y también fuera de ellos, cuando las situaciones de violencia se cometan contextualizadas en el marco de las actividades sociales y deportivas.
El objetivo del Canalla es “garantizar un club libre de violencias hacia las mujeres y discriminación basada en el género de la persona, orientación sexual, identidad y expresión de género”.
El procedimiento es claro e indica que involucra las conductas tanto de los asociados y asociadas como de “empleados/as y personal cualquiera sea su vinculación laboral; profesores/as permanentes o temporales; a todos los/las deportistas de la institución y toda persona que se encuentre en las instalaciones del club”.
En el Protocolo, que cuenta con más de diez páginas y se podrá descargar de la página web del club, resaltan varios puntos: uno tiene que ver con la mención no sólo de la violencia física y sexual, sino las otras modalidades (económica, simbólica y psicológica). Así mismo detalla que la persona afectada será asesorada legalmente de manera gratuita; se brega por el derecho al respeto y la privacidad de la persona denunciante, así como también se indica que se le brindará contención y se evitará la revictimización.
La intervención se iniciará partir de la recepción de consultas y/o denuncias, y se desarrollarán las estrategias pertinentes para su abordaje y seguimiento. Para eso, se designará una persona para la recepción, y se conformará un equipo interdisciplinario para el abordaje de las situaciones integrado al menos por “un/a profesional del derecho, profesional psicóloga/o y un/a trabajador/a social”.
Además detalla el compromiso de continuar con los talleres que se vienen realizando desde hace unos años para promover la prevención de la violencia machista. La clave para eso -dice el documento presentado- es la socialización y la educación basada en la igualdad.
Un paso “Gigante” sin lugar a dudas para dejar de pensar al fútbol como algo extraño y ajeno a la problemática de género, y comenzar a pensarlo como una herramienta fundamental en la construcción de subjetividades. Un deporte que moviliza masas no puede mirar para el costado. Central dio el puntapié inicial, marcó un gol de media cancha, pero seguramente no va a ser el único.
Cualquier consulta se puede hacer a través de denunciasgenero@rosariocentral.com o bien en el club.
Fútbol y feminismos
Noelia Figueroa integra “Ni Una Menos Rosario” y “Mala Junta”, además de ser secretaria de Género de la facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR. En diálogo con El Hincha destacó la importancia del involucramiento de las instituciones deportivas en la lucha contra la violencia machista.
Dice Figueroa que la creación de un Protocolo de prevención y acción tiene que ver con “asumir que esas violencias existen y no de manera excepcional, azarosa o casual, sino como un fenómeno estructural que atraviesa a todas las instituciones, incluidos los clubes de fútbol como en este caso, y en el deporte de manera diferencial porque es uno de los grandes espacios educativos mediante el cual el patriarcado reproduce sus estereotipos de género y roles asignados”.
“Asumir que eso existe y buscar darle un cauce institucional y un abordaje uniforme a los distintos tipos de violencias”, dice Figueroa es fundamental, “porque si no, lo que termina pasando cuando no hay una canalización institucional es que cada caso se trabaja en función de quién es quién denuncia y quien es el denunciado, y eso varía. Lo que busca un protocolo es uniformizar esos abordajes, homogeneizarlos, que no significa tampoco hacer siempre lo mismo, porque justamente cada caso de violencia, acoso o abuso tiene sus características particulares y necesitan ser tratados como tal”.
El impacto de este tipo de problemáticas en los clubes de fútbol, afirma Figueroa “se explica en el marco de la potencia que tiene la cuarta ola feminista”.
“Ha logrado colarse en todos los espacios, incluso en los más impensados, y en relación al compromiso sin duda los momentos de tanta discusión y atravesamiento político y social también influyen en la manera en que se consiguen esos espacios deportivos, recreativos”, continuó.
“Me parece que es momento de que tomen otro rol, más en el marco de una sociedad tan atravesada por el neoliberalismo, el rol que cumplen esas instituciones es clave, es importante que se empiecen a inmiscuir de otra manera, pero no como algo que pasa afuera sino como algo que nos atraviesa constitutivamente”, analizó.